Modernos Quijotes

Por José Augusto Vargas Fernández.

“…porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos la vida…”

“Mire vuestra merced-respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen  brazos son las aspas…”

“Bien parece- respondió Don Quijote – que no estás cursado en estas aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí y ponte en oración en el espacio que voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.”

Nuestros modernos Quijotes, se han enfrentado en vibrante y valiente combate, al molino “Ley Corina” jurando que es un gigante y  “es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente sobre la faz de la tierra”. Sin embargo, sin la intención de quitarles la gloria a nuestros ingeniosos Hidalgos, Quijotes de Loreto,  voy a demostrar que era sólo un molino, deseando, eso sí, que nuestros valientes caballeros “de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”, encuentren pronto otro gigante, para que con toda tranquilidad, los chinos sigan destruyendo nuestras calles, faltando el respeto a los iquiteños, llenando de polvo nuestros pulmones. ¡Urgente, otro gigante!, para que el Alcalde no nos defienda frente al abuso de las obras publicas, que se ejecutan sin planificación, para no darnos cuenta que la administración municipal, en menos de seis meses ha destruido todo atisbo de seguridad ciudadana, y que el debate edil está en torno a quien es más corrupto que el otro o, como en los bajos fondos, quién paga más sicarios y quién se mata primero. ¡Otro gigante, ya¡ mientras el gas, que iba a bajar a 12 soles, sube a 48.

Al tema. Según nuestra Constitución, el Perú es un Estado de Derecho, es decir gobernado por la ley, y la ley superior es la Carta Magna. Esto supone también, así lo estable la norma constitucional, división de poderes, es decir, hay tres poderes, uno de ellos es el Poder Ejecutivo, su nombre lo dice, ejecuta, hace obras, es su función inherente, no necesita autorización de ningún otro poder para cumplir con su función, es más, la Constitución prohíbe, a cualquier otro poder “ordenar” la ejecución de obras. Por eso el art. 79 de la Constitución prohíbe a los congresistas crear o aumentar gastos al Estado. Para mayor precisión, un ejemplo, el Gobierno de Alan García, no necesitó de ninguna ley, para construir la carretera Yurimaguas – Tarapoto, ni concesionar la construcción del muelle de Yurimaguas, ni para construir los colegios emblemáticos, ni para hacer ninguna de las decenas de obras ejecutadas en Loreto, o en cualquier otra parte del país, porque hacer obras es la función del Poder Ejecutivo, no del Parlamento.

En tal sentido, cuando la Ley 29760, “Ley Corina”, en su art. 1,  declara “de necesidad pública e interés nacional la ejecución del megaproyecto de trasvase de las aguas excedentes…”,  ¿obliga a éste o cualquier otro gobierno, a realizar esa obra? , que además según dicen costaría más de 10,000 millones de soles. Más ¿Humala estaba obligado a hacer la obra?. La respuesta es una sola, ¡No!, porque una ley no puede obligar hacer obras. En tal sentido, la Ley 29760 era una “Ley Bamba”, demagógica. Un dato adicional, en el Perú hay decenas de leyes que “declaran de necesidad publica e interés nacional” la realización de obras, éstas sólo se cumplen si el gobierno quiere hacerlo.

Otra aspa del molino, quienes se han dado el trabajo de leer la ley de marras, se habrán fijado que básicamente sólo tiene dos artículos, y el segundo dice: “Encárguese a la Presidencia del Consejo de Ministros, los gobiernos regionales y los gobiernos locales de la zona de influencia del proyecto la adopción de las acciones necesarias para el adecuado cumplimiento de lo establecido en la presente ley”, ¿? es decir, encargan la ejecución del “…del trasvase de las aguas excedentes…”, no sólo al gobierno central, sino también, a Iván Vásquez y Charles Zevallos, ¡ definitivamente nunca se haría!. Fuera de bromas, en el supuesto que Humala quisiera hacer la obra, no porque la ley le obliga sino porque le da la gana, bastaría con que los gobiernos regionales y gobiernos locales, se opusieran para que este no se ejecute nunca.

Un asunto más, se dice y se repite insistentemente que había una intención inconfesable del gobierno aprista, para impulsar esta obra, ¿para que lo realice el gobierno de Humala?. Tal afirmación es gratuita y de mala fe, pues en el gobierno aprista se pronunció en contra, como consta en el Informe del Ministerio de Economía enviado a la comisión de Energía y Minas del Congreso anterior.

Gloria a nuestros Quijotes, que a diferencia del de la Mancha, han derrotado a los molinos, y van en busca de otros “Gigantes”, para seguir cojudeándonos.

  Iquitos, 17 de Octubre  del 2011.

7 COMENTARIOS

  1. ¡Gloria también a estos pobres seres que sólo escriben y denigran a Vargas porque actúan al igual que los perros de Pavlov, por los reflejos condicionados de su envidia y antiaprismo. El artículo de Vargas no sólo no tiene nada que ver con las barbaridades que vomitan estos genios de mínimo cociente intelectual, sino que es, al margen de la agudeza y precisión de los puntos políticos que pone sobre las íes con certeza y verdad, algo que muchos de sus enemigos desconocen, también un excelente ejercicio de satira literaria y política, un sector del periodismo y la literatura que poco se ha cultivado en el Perú, con las ya conocidas excepciones de Del Valle y Caviedes, Palma y Leonidas Yerovi. La sorprendente acrobacia intelectual que ejecuta Vagas para tornar fragmentos de una sátira literaria como el Quijote en una crítica a nuestros eternos «criticones» loretanos es algo remarcable y que en Loreto no le veo similar. Así es que Augusto Vargas: ¡gloria a los pobres envidiosos y mediocres de siempre que sólo creen que pueden valer algo sus insignificantes vidas atacando el talento ajeno!

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