COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                        

   Por: Gerald  Rodríguez. N

 

El libro es un gran debate desde todos los ángulos del que un lector puede ver al libro y la importancia e influencia que pueda generar en él. Esas experiencias de habernos enterado de muchos saberes gracias a ese objeto que tiene un lugar en nuestras casas.  Y su atentando no solo se manifestó desde que un tal Bill Gates, por querer desparecer el libro de papel y darle supremacía al e-book y a los aparatos donde se puedan leer periódicos, libros y otros tipos de escrituras electrónicas que no causen destrucción masiva de árboles, sino que también se manifiesta, y que viene alimentando las calles peruanas, los periódicos chichas.

El calateo, lo amarillo, la sangre, el humo, el morbo, y por supuesto, el harto chisme hasta el vómito, es lo que conforma los elementos de la prensa chicha, la misma que fue utilizada por el último régimen dictador en el Perú comandado por Alberto Fujimori para distraer a la población e idiotizar al peruano, la cual su herencia habría que agradecer por el embrutecimiento que esto ocasiona hasta hoy. A la desgracia del poco consumo del libro se suma la indiferencia política a la cual  ha de verse vista sumida en un futuro.  En el 2003 una ley exoneró de IGV a los libros, otorgándoles aranceles por doce años la cual esto llega a su fin en octubre de este año. Al no prorrogarse, los libros en el Perú llegarían a costar de un 18%  más, y los libros importados entre un 30% a 33% más. O sea, el libro que te costaba 50 soles y que muchas veces no lo podías comprar en la universidad o en el cole, y lo tenías que violentar contra la ley al fotocopiar, costará más o menos 70 soles. Y esto aún es más fatal, ya que en un país donde poco se lee, como que el 65% le corresponde a los adultos que no  leen, estamos en último lugar en lectura a nivel de América latina, llevándonos ventaja países como Chile y Argentina, siendo sus libros anuales cinco veces más que de nosotros, ya que en el Perú solo se lee al año un solo libro por adulto.

Entonces, una indiferencia a la prorroga en un país que está mal en comprensión de lectura es fatal. Y aun será más fatal si los periódicos chichas, por  ser más accesibles que los libros que nos dan información, solo se consuma chisme y morbo, y por ende la educación, más mal de lo que está, se convierta esta en peor, ya que el periódico en chile solo lo leen 36% y los mexicanos no alcanzan a un 18%, el peruanos se inmiscuye en la vida del otro mediante la prensa chicha siendo un total de 71% estos señores que gustan de esta prensa. Nada de esto nos consuela, ya que más del 75% de la prensa lo controla una sola corporación, y que en vez de ser tres de cada cuatro que leen el Trome, se reemplace esta estadística por libros, que con una prórroga, se puede lograr.