Realizaron nuevamente “El Festival de Belén”
LOS PAYASOS DE BOLAROJA
Escribe: Randy Wagner Ríos Gutiérrez
randyriosg@gmail.com
El pasado viernes 16, la asociación “Bolaroja” cumplió 13 años de labor ininterrumpida; desde hace ocho, visitan cada agosto la zona baja del distrito belenino brindando charlas y ayuda social mediante el “Festival de Belén”. En honor a la verdad, debemos reconocer la labor que “Bolaroja” realiza en nuestra ciudad, especialmente con este sector tan marginado, desempeñando acciones que deberían ser iniciativas propias de las autoridades regionales en su conjunto. “Bolaroja” reemplaza la presencia de nuestros burgomaestres que quizá por desidia no han trabajado de la misma manera que estos nobles payasos.
El trajín de la vida y los constantes problemas que cada persona atraviesa en este largo sendero, convirtió a muchas personas en seres mezquinos y ajenos frente a la realidad de nuestros vecinos que viven en las zonas marginales de la ciudad; todos somos conscientes de la calidad de vida que tienen los pobladores de las zonas bajas de Iquitos, pero muy pocos intentamos hacer algo para ayudarlos. Hace 13 años, la ex integrante de “Pataclaún”, Wendy Ramos, creó la asociación “Bolaroja”, un grupo de payasos que por medio del arte llevan alegría a aquellas personas que necesitan inyectarse con un poco de ello; la semana pasada estos simpáticos payasos estuvieron en la zona baja de Belén desarrollando por octava vez “El Festival de Belén”; Alberto Guerra García el popular “Tato”, coordinador de este proyecto nos cuenta la historia de esta asociación.
¿Cómo nace “Bolaroja”?
Esta locura nace hace trece años por iniciativa de Wendy Ramos que es nuestra directora, luego de terminar su trabajo en “Pataclaún” comenzó a trabajar en esto, ella encontró la posibilidad de aplicar la labor del payaso de otra forma, es decir llevándolo a hospitales, albergues o asilos; de esa manera comienza a funcionar esta asociación que desde entonces trabaja de manera ininterrumpida, capacitando a los payasos para llevar alegría a los hospitales.
¿Sólo trabajan en hospitales?
Dentro de la asociación tenemos dos proyectos que son “Los Doctores Bolaroja”, payasos encargados de visitar a los hospitales, trabajamos mayormente con el Hospital del Niño y el Hospital Loayza; y el otro proyecto es el “Proyecto Belén”, que organiza el “Festival de Belén” en alianza con la Gesundheit! Institute, una institución estadounidense presidida por Hunter Doherty “Patch” Adams; cada una de las instituciones se encarga de traer alrededor de 50 payasos que permiten acciones en conjunta a favor de los que nos necesitan.
¿Cómo ingresa “Patch” Adams en la labor de “Bolaroja”?
“Patch” Adams aparece en esta historia porque Wendy a los dos años de iniciarse “bolaroja” le escribe una carta contándole la labor que realizábamos y Patch le preguntó a Wendy si deseaba que él nos visite, así que nosotros nos fascinamos con la idea y de inmediato aceptamos y ya; en el 2003 pudimos contar con la presencia del médico (Patch Adams) en las labores que nuestra asociación realizaba.
¿Cómo se originó la idea del “Proyecto Belén”?
En el 2005 vinimos a visitar asilos y hospitales en Iquitos; una tarde fuimos a “claunear”, así llamamos nosotros cuando nos vamos a hacer nuestras payasadas o improvisaciones en algún lugar, fuimos a “claunear” al bulevar y Patch preguntó por las casitas que están en la parte baja del bulevar, en el sector de Salaverry, le dio curiosidad y propuso que bajemos hasta esta zona, aunque la gente que era de aquí y nos cuidaba nos decía que no bajemos a esa zona porque era muy peligrosa, y eso es lo peor que le puedes decir a un payaso porque el payaso va a sentir mayor curiosidad de ir, entonces bajamos y de ahí caminamos hacia la zona baja de Belén y realmente nos impresionó muchísimo que tan cerca a la ciudad, a pocos metros de la plaza de Armas, existiera una zona con tantos problemas de saneamiento, pobreza y otros problemas sociales, además el hecho de la creciente del río que afecta esta zona hace más impresionante el asunto; así que nosotros al ver las fotos que nos tomamos ese día pudimos ver que lo único que tenía color en las fotos eran nuestras ropas de payaso, porque todo a su alrededor era sucio y tétrico, así que de ahí surgió la idea de ponerle color a esta zona y decidimos ayudar a los pobladores a pintar sus casas y darle color a ese paisaje, así se originó este proyecto.
¿Cómo fue la experiencia en la primera oportunidad que realizaron el pintado de casas?
En el 2006, a mediados del mes de abril, ya vinimos a proponerles a todos los pobladores de la zona baja de Belén la idea de ayudarlos a darle color a sus casas, algunos vecinos nos miraban recelosos y hasta creíamos que éramos locos (risas), anduvimos tocando muchas puertas hasta que los vecinos de la calle Venecia aceptaron, de esta manera volvimos a Iquitos en agosto del mismo año con un aproximado de 60 payasos y durante 10 días nos dedicamos a “claunear” y a pintar las fachadas de las casas de la calle Venecia desde la glorieta hasta el río Itaya y la experiencia fue bastante agradable. La idea no fue que nosotros íbamos a pintar sus casas, sino que ellos iban a pintar sus casas junto a nosotros, esto nos permitió compenetrarnos con ellos y generar de una u otra manera un acercamiento con los pobladores de esta zona, la gente fue muy buena y nos acogió con bastante cariño.
¿Cómo creen que los pobladores toman la ayuda?
Creo que lo toman de buena manera, la labor que nosotros hacemos no es de manera vertical, nosotros no vamos a decirles “te vamos a ayudar niño pobre”, sino a decirles “que chévere es tu casa vamos a pintarla”. Nosotros no lo hacemos con ningún aire de superioridad porque el payaso no es superior a nadie, el payaso es un amigo, el payaso está en las mismas condiciones que el poblador más humilde; el payaso es considerado como un perdedor por muchos profesionales, entonces un tonto payaso no puede dar una ayuda de arriba hacia abajo.
¿Sólo se dedicaban a pintar casas?
Al principio sí, en el 2007 ya comenzamos a darle forma a este proyecto que lo denominamos “El Festival de Belén”, comenzamos a recorrer calles más recónditas y llegamos hasta Pueblo Libre, en todas estas partes hicimos una conexión muy grande, hasta ahora la gente cada vez que llegamos nos recibe con una algarabía total; esto nos permitió realizar talleres dentro del festival, entonces ya no sólo pintábamos las casas, sino realizábamos charlas y talleres totalmente gratuitos.
¿Reciben algún tipo de ayuda de las autoridades?
Recibimos el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud – OPS, acá en Iquitos siempre tenemos el apoyo de la DIRESA, pero el gobierno regional en sí y los municipios distritales y de la provincia solo nos apoyan eventualmente, creo que solo en una o dos oportunidades contamos con sus apoyo.
¿Tiene relación la labor que realizan en los hospitales con la que realizan en Belén?
En el hospital nosotros conectamos con el lado sano del paciente, nosotros jugamos con la persona no con el enfermo, jugamos con las cosas que encontramos, le hacemos bromas con su suero y le decimos por ejemplo “que linda piscina tiene” y cosas así que permiten que el paciente salga de su dolor y se sienta mejor, lo mismo hacemos en la zona baja de Belén, conectamos con el lado sano de las personas, con el lado optimista de los niños y jóvenes de esta zona.
¿Qué crees que originó que los pobladores de Belén confíen en la labor de “Bolaroja”?
Bueno, lo que permitió esta confianza que existe entre los payasos de “Bolaroja” y los pobladores de Belén es que nosotros siempre les cumplimos todo lo que les prometemos, jamás dejamos de hacer algo que le prometemos y eso ha hecho que ellos ahora crean en nosotros, por eso no le prometemos cosas que no podemos hacer, siempre le prometemos poco, porque a veces nos preguntan si es que vamos a solucionarles el problema de desagüe y alumbrado público y nos toca decir siempre que no, porque aunque quisiéramos no tenemos dinero suficiente para hacerlo, nosotros solo somos payasos.
¿Actualmente que brindan en el “Festival de Belén”?
Luego de la creciente del año pasado, tuvimos que cambiar un poco la manera en la que estábamos haciendo las cosas, porque luego de un desastre tan grande no tenía tanta lógica seguir pintando, así que gracias a la alianza que tenemos con la asociación “La Restinga” decidimos ingresar a las casas y brindar charlas con mensajes educativos; es absolutamente diferente el ir a pintar una casa a que ingresemos en ellas y dar charlas de temas claves que son el lavado de manos, disposición de residuos, prevención de enfermedades como la leptospirosis y malaria, así como temas más serios como sexualidad y embarazos adolescentes; eso es lo que ahora hacemos en el “Festival de Belén”.
