Llevo desde hace unos años estoy tras la pista de Ofelia Montesco, el nombre artístico de Ofelia Irene Grabowski Edery (1936- 1983), hija de la floresta, descendiente de inmigrantes judíos, probablemente de judíos askenazi y sefardita. Sigo sus huellas sin descanso. Cuando leí ese dato sobre sus progenitores me llovieron algunas preguntas ¿sus padres se conocieron en la diáspora?, ¿con la alianza matrimonial reforzaron la endogamia de su identidad peregrina?, ¿se casaron en la floresta?, ¿cuántos hijos tuvieron a parte de Ofelia? Porque solo conozco a ella.  Son datos que me persiguen a lo largo de esta indagación voluntaria de varios años. Questa bella donna fue una estrella fulgurante en el codiciado cine mexicano de lo que se ha denominado a ese período como el cine de oro. Cualquier pista sobre ella la husmeo hasta dónde puedo y no puedo. He estado en duermevela varias noches. Tengo la intuición que me quiere decir algo y no logro descifrar, infelizmente, el mensaje encriptado que me manda. Me suele enviar recados desde no sé dónde y escarbo durante horas o días sobre su vida. Pero me sigo quedando con la miel en los labios. Gran parte de su vida esta actriz la pasó fuera de la floresta amazónica, no sé si alguna vez volvió a Ilha Grande o si echó tierra de por medio para volver a esta ciudad. Con ese puñado de información que me cae he querido llegar al colegio donde estudió en Lima, en el “Rosa de América” que quedaba por Pueblo Libre, y resulta que el colegio ha sido derrumbado para la edificación de departamentos multifamiliares producto de la fiebre inmobiliaria por estos días en Lima, tenía la sana intención de revisar sus archivos, saber algo más de ella. Pero nada. Que alguien me hablara sobre Ofelia, ¿Cómo era?, ¿era muy espabilada?, ¿sus gustos?, ¿sobre su primera subida a la tarima en Lima? Silenzio. Estos tropiezos del azar en lugar de derrotarme me animan a seguir indagando sobre ella. La filmografía de esta actriz es muy dilatada. Va desde cine, televisión y también los fotogramas – historias enhebradas a través de fotografías con diálogos. Estos fotogramas las recuerdo en mi estancia frente al mar de Pisco, eran historias melodramáticas de amores imposibles que recreaban en un momento la vida de muchas personas. En esas búsquedas sobre esta actriz que brilló con luz propia me encuentro con la información que uno de los primeros trabajos cinematográficos que realizó fue la película de Carlos Véjar, hijo, “Los hijos de nadie” (1952), en México. De acuerdo con la reseña trata de dos historias sobre la educación infantil marcados por el contexto en que se desarrollan, en la película, de acuerdo a los créditos, Ofelia (ya la llamo familiarmente) interpreta el papel de Rosa. He tratado de ver si en Youtube han colgado la película y no está colgada. Pero, no importa. Seguimos tras de ella tratando de descifrar los mensajes de sus huellas que vamos encontrando.

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