Libros en Requena

Desde esta lejanía boscosa, el nunca olvidado Francisco Requena estaba suscrito al “Mercurio Peruano”. En estas perpetuas riberas, él recibía esa publicación fundamental cada cierto tiempo, lo cual implica que era un excelente lector, algo que casi nunca se da hoy en día entre los que andan y pericotean en el poder. Arduas tareas de gobierno, incesantes viajes a través de tantas aguas, severos estudios al amparo de la noche, no le apartaron de la letra impresa, del milagro del libro. Entonces el hombre que fue el primero que planteó la descentralización entre nosotros, sabía el valor del conocimiento. Y hace siglos. En el presente, ese valor es más esencial y decisivo y tiene que ver con el porvenir.

Donde todo se daña breve, dijo don Francisco Requena al calificar a la montaña del Perú. La educación en estos lares se malogró hace tiempo: el último lugar a nivel nacional en comprensión de texto es suficiente dato para demostrarlo. Si tan instruido militar viviera se asombraría de la manera cómo se dañó ese rubro tan importante para cualquier cultura. Se sorprendería pero haría bastante para cambiar ese ingrato destino.

La Atenas del Ucayali, nombre con que también se conoce a Requena, debido a su indudable calidad educativa del pasado, debería ser el lugar donde desaparece por primera vez ese lamentable último lugar. En ese sentido, Editora Tierra Nueva ha iniciado un plan piloto de comprensión de lectura. Este sábado pasado entregó a cuatro colegios de esa urbe las primeras obras: Mirada del búho, de Carlos Reyes Ramírez; Cuentos Amazónicos, de Juan Carlos Galeano. Ello solo es el primer paso. El proyecto es ambicioso y se espera que en los plazos previstos ese último lugar se convierta en algo distinto para, entre otras cosas, honrar la memoria de ese gran lector como fue don Francisco Requena.