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Te decimos algunas lecciones que aprendes después de terminar con una patán:

1.Eres más fuerte de lo que crees: Cuando tienes la determinación de terminar con una relación que te hizo sufrir durante meses o años, por amor a ti misma, te das cuenta de que eres más fuerte y más valiente de lo que siempre creíste. Tal vez al principio el dolor parezca insoportable y creas que nunca podrás superarlo, pero con el tiempo te darás cuenta de que no hay obstáculo demasiado grande para ti y de la enorme fortaleza interior con la que cuentas.

  1. No puedes cambiar a la gente: Si en algún momento te sentiste la «mujer maravilla» que podría transformar al patán del que te enamoraste en un buen partido, desde luego que te equivocaste, y ahora lo sabes. Ahora estás consciente de que las personas no cambian, a menos de que quieran hacerlo y cuando lo hacen debe ser por ellos mismos y no por complacer a otra persona.
  1. Mereces lo mejor: Una de las consecuencia de salir con un patán es que generalmente dañan tu autoestima, haciéndote creer que lo único que mereces en la vida es un hombre como él, y que no va a existir alguien más que te quiera, lo cual es totalmente falso. Te aseguramos que eres más valiosa e increíble de lo que te imaginas, y él lo sabía, si te hizo creer lo contrario, es porque se sentía intimidado por ti. Ahora estás consciente de eso y de que mereces lo mejor.
  1. Las señales siempre estuvieron ahí: Cuando queremos a una persona, es muy común que pasemos diversas actitudes negativas por alto, justificándolo con el amor que sentimos. Sin embargo, en una relación así como debe existir mucho amor, comprensión y emátía, también es necesario que existan límites, que permitan que la relación se desarrolle de manera sana. Si estos límites se sobrepasan es muy probable que la relación se vuelva tóxica y destructiva.
  1. No hay nada que no puedas superar: A lo largo de nuestra vida enfrentamos situaciones muy difíciles que parecen imposibles de superar, pero con el tiempo aprendemos la manera de trascenderlas, lo mismo ocurre con las relaciones amorosas. No existe relación amorosa que no se pueda superar, aunque haya sido muy dolorosa. Lo más importante es que recuerdes que aquellas experiencias más dolorosas son las que más lecciones te dejan.
  1. Aprendes a valorar a quien realmente te quiere: Cuando estás en una relación tóxica es normal que te alejes de tu familia y amigos por estar con esa persona, ya sea porque tu pareja te lo pide o porque las personas que te quieren no aprueban ese tipo de relación. Sea cual sea el caso, después de una ruptura te reencuentras con todo eso que había perdido por estar cegada y aprendes a valorar a quien realmente te quiere.
  1. No necesitas de nadie para ser feliz: El amor no es dependiente, el amor es libre. Cuando terminas con una persona con la tenías una gran codependencia el proceso se vuelve muy doloroso, pero tarde o temprano tienes que aprender a estar contigo misma, y a darte cuenta que no necesitas a nadie más para ser feliz.