Hace tiempo he dicho, y tengo que reafirmarlo nuevamente: Jaime Bayli es un buen entrevistador, un gran conductor de programa televisivo, un irreverente por decisión propia que suele resultar ameno y gracioso y, lamentablemente, no mucho más que eso.

Como literato ya murió en el intento hace mucho a pesar que seguirá escribiendo y publicando porque vende, porque lo que hace es comercial y eso lo saben muy bien las editoriales y los dueños de canales de televisión. Ya no vamos a decir si lo que vende tiene calidad porque esa es una discusión ociosa que todos conocemos la respuesta. Jaime alguna vez intentó ser político en carrera, es decir postular a Presidente, porque obviamente él no nació para nada más bajo que eso, y también se convenció pronto que no tendría éxito, que no podría competir por muchas razones, así que de la noche a la mañana desarmó su propia campaña publicitaria, a pesar de contar con una serie de seguidores que no sabían bien qué quería y además se convencían a diario que lo que proponía era inviable.

Ahora, este mismo personaje ha vuelto a las pantallas de televisión como un nuevo jale, un nuevo refuerzo, el último delantero que necesitaba la campaña de Keiko Fujimori o para decir mejor, de la campaña de los que no quieren que Ollanta Humala sea el próximo presidente del Perú, que están en su derecho porque la democracia también es eso.

Lo triste es que este joven cuarentón pretenda ahora decirnos qué está bien y qué no está bien. Aquel mismo personaje que no le importó escribir cosas sobre su propio padre que dejaban mal parado a su progenitor y que, sin embargo, fue totalmente intolerante cuando sus hijas expresaron su dolor por acciones y declaraciones inoportunas de Jaime ante el nacimiento de su nueva hija llegando prácticamente a desheredarlas moralmente. Este mismo “tío terrible”¿? es el que se burlaba en sus escritos de la cucufatería de su madre y sus creencias sin importarle nuevamente lo que eso podría provocar en ella. Lo mismo hizo con sus hermanos, sus tíos, amigos íntimos y mejor nos detenemos ahí porque la lista es muy larga.

Realmente Jaimito reapareció y para pasarse de atrevido. Estamos en un momento de elegir entre uno y otro candidato (porque uno de los dos será necesariamente el próximo presidente del Perú) pero no estamos dispuestos a aceptar “consejos” y campañas nada veladas de alguien que debería ocupar mejor su tiempo en cuidar y educar bien a su nueva criatura y a seguir entreteniéndose con sus escritos que cuanto más los leo me convenzo que cada vez se alejan más de la literatura.

1 COMENTARIO

  1. Aprovecho para ponerme punetero porque tengo una reputacion de Follonero que mantener y he advertido cierto tono agarrotado en algunos de sus actores. Probablemente ambas cosas porque a mi pobre cuerpo serrano le ha llevado bastante mas de lo previsto recuperarse de los excesos a los que se ha visto sometido en fechas recientes con todo aquello de la jornada laboral de doce horas si ustedes que se pasaron por aqui antes de que me autocensurara lo recuerdan.

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