[Escrito por: Gerald Rodríguez. N].

Mientras que en toda Europa y parte del resto del mundo estaba sintiéndose la despedida y desaparición de la buena literatura viva y de admiración magistral, ya sea con la generación perdida (Faulkner, Hemingway, Dos Passos, Scott Fitzgerald) o las generaciones repartida pero todavía viva a mitad del siglo pasado (Eliot, Graham Greene, Sartre, Camus, etc.), en Latinoamérica se estaba fermentando lo mejor de la literatura de mitad de siglo hasta inicio de este siglo, literatura que se mostró conceptualizando la renovación del arte narrativo, la verdadera función de la novela, admiración inevitable por aquellas obras que fueron escoltadas ya por un Alejo Carpentier, Lezama Lima, Borges entre otros. Pues la verdadera novela latinoamericana aparece con un nuevo concepto, sin imitaciones norteamericanas ni europeas; solo novelas al estilo latinoamericano marcado con un sello único en cada escritor que en conjunto hicieron un abanico de originalidades marcando así la nueva era de la novela latinoamericana.

Y es que en toda esta gama de originalidades, hubo un sello marcado que estampó la característica única de la novela: la poesía en la narrativa. Algo imposible para las generaciones pasadas europea y norteamericana, pero posible para el Boom. El lenguaje en la novela del boom forma parte de unos de los elementos que funda el verdadero origen de la novela Post moderna, que sigue los pasos de aquella novela que empezó a definirse con maestros como Faulkner. La poesía de la novela no caracteriza el subjetivismo del latinoamericano sino que define el alma retórica del hombre latino y solitario aislado del mundo por lo que desde su soledad vive su sueño poético, su anhelo revolucionario de amor, o simplemente su miseria causada por la soledad y su ocultamiento.

Gabo, como el resto del Boom, se encargó de redefinir un lenguaje poético, fresco y oriundo de los pueblos latinoamericanos, un lenguaje llenos de ilusión, fantasía y hermosura a la que acompañaba la vivencia originalidad de Latinoamérica, la palabra poética en la novela no sobra, no lo hace cursi, sino que viene a causa de una tradición novelesca seca en lenguaje y priorizando la técnica, el estilo y la historia. Para el boom la novela es completa, todos sus elementos son indispensables y deben ser tomados en cuenta en el mismo nivel de importancia. Gabo, siempre aceptó que el elementos de la palabra perfecta, poética y complementaria ya se visionaba en Borges, Jun Rulfo, entre otros, por lo que el boom completa este estilo que marca a Latinoamérica como continente novelesco casi perfecto, por lo que integraron en la novelas aquellas tuercas que sostiene un verdadero estilo latino para contar historias, sin recetas ni complejidades.

Gabo fue eso, poesía pura llenado la narrativa de ilusión y hermosa distracción. Su visión de la poesía no se separaba de ningún otro género literario sino que pare él, la poesía debería ser parte de todo los géneros, que como esencia, era su transporte a la razón mediante la metáfora y el verso.