Por Miguel Donayre Pinedo

En estos días y semanas el asunto de los Wikileaks ejerce su larga sombra en la contienda electoral en Perú y el responsable de la filtración de esa información está luchando por su libertad en los tribunales ingleses para que no le extraditen a Suecia por delitos cometidos en ese país. Llama mucho la atención los delitos cometidos por Julian Assange  que a cualquier poblador de Isla Grande y otras islas del archipiélago causaría sonrisas o mentar que es una locura más de los suecos. Sí, él es procesado por tener relaciones sexuales sin preservativos, sin condón. Al parecer las denunciantes lo pidieron y el bajo el fragor de la pasión hizo caso omiso. Según las encuestas, pocos y pocas toman esas precauciones, como se decía, lo hacen a pelo, el aquí te pego aquí te mato. Lo cual es una negligencia descomunal, con el perdón de Benedicto XVI. Pero lo interesante del asunto es que este hecho prueba que se ha regulado la vida íntima de las personas y nadie lo discute al menos en Suecia; es decir, te señalan como debes tener sexo con otra persona. La larga sombra del Estado ha penetrado en la cama de los amantes furtivos o no. Debería servir de lección a esos libertarios de medio pelo como son los fumadores que están trinando porqué se les limita los espacios donde deben fumar a favor de la salud pública. Ellos argumentan que viven un acoso hacia ellos, que son unos apestados y que el Estado es fascista ¿qué dirían de Suecia y el affaire Assange? Es para reír.