La muerte de Carlos Fuentes

Por Miguel DONAYRE PINEDO

Me acosté pensando en la amenaza cicatera de la libertad de expresión contra el director del diario Pro y Contra y uno de sus redactores, y me despierto con una mala noticia: la muerte de Carlos Fuentes. Recuerdo que estaba en Ciudad de México en el Palacio de Bellas Artes y él daba una conferencia [en ese mismo centro se exponía una fotos en blanco y negro de Juan Rulfo], mientras esperaba él pasó a unos metros de mí acompañado de su mujer Silvia Lemus. Era una de mis escritores favoritos [o hermanos mayores] que transitaba en el ensayo y la novela con suma maestría. Siempre tenía una entrada o aproximación diferente al tema, por ejemplo, la inmigración y las injustas barreras legales contra los inmigrantes. Era un escritor disciplinado y, como no, provocador cuando la ocasión merecía. En México leía con voracidad “Aura”, una novela corta o un cuento largo. Me asombró su forma de encarar la historia, de hacer más cotidiano al mito y darle la vuelta. En la tapa del libro se leía, “es un cuento de horror para adultos”, y calzaba como anillo al dedo. Así con el dolor apelo a las páginas de “La muerte de Artemio Cruz” y otras que la memoria registra. Era incansable y así se fue, preparando una próxima novela.