Hace pocos días llegó una gestante de 25 semanas al Hospital Regional. Venía de una comunidad cercana a Requena, había presentado fiebre durante 10 días y no acudió a ninguna institución de salud. Cuando la familia decidió hacerlo la paciente estaba grave, la refirieron a Iquitos y llegó con el feto muerto y ella en estado de choque séptico a causa de una infección generalizada debido probablemente a dengue o leptospirosis, lo que se está investigando. Este patético cuadro se presenta con cierta frecuencia en nuestra amazonía.

La razón de  mortalidad materna indica el número de muertes maternas que se presentan  por cada 100,000 nacidos vivos y es una manera correcta, aunque no siempre precisa, de saber cuantas mujeres  mueren a consecuencia del embarazo o de una patología que se agrava a consecuencia de la gestación. En los países subdesarrollados, como el nuestro,  esta razón es alta. En el Perú, la razón promedio nacional es de poco menos de 100 muertes maternas por cada 100,000 nacidos vivos mientras que en muchos países desarrollados está entre 10 y 20. En la región la razón está bordeando los 150, pero esta cifra puede ser mentirosa porque hay muchos casos de muerte materna que se producen en los hogares, o en caseríos y que no son comunicados a las autoridades correspondientes.

Las causa más frecuentes de muerte materna son:

  1. Las infecciones, a consecuencia de abortos provocados de manera empírica y usando sustancias o instrumental totalmente infectado. En este grupo se presentan las adolescentes, que al tener embarazos no deseados recurren al aborto como medio de liberarse del problema, complicándose luego con una perforación uterina que generalmente lleva a infección. También se da por rotura de las membranas ovulares antes del inicio del parto, pero es mucho más infrecuente. Lo que está cobrando más importancia es la malaria y el dengue.
  2. Las hemorragias, también a consecuencia de abortos y por falta de contracción uterina después del parto, o placenta retenida llevando ello a sangrados incoercibles que muchas veces tienen que terminar en histerectomía para salvar la vida de la madre.
  3. La eclampsia, que es la convulsión que se presenta en la gestante como consecuencia de una elevación de la presión arterial durante el embarazo. Esta eventualidad no es rara y en la región es un problema serio debido principalmente a un inadecuado control prenatal.

La mortalidad materna se puede disminuir drásticamente con algunas medidas que se encuentran a nuestro alcance. En primer lugar la educación, que es la piedra angular de cualquier cambio que queramos hacer. Se debe enseñar a los jóvenes qué es el embarazo,  cuáles son los cambios que se producen en el organismo a consecuencia de ello, y sobre todo explicarles la importancia de la atención  prenatal para evitar, detectándolas a tiempo, las complicaciones que pueden llevar a la muerte de la madre o del feto.

Otro paso es el de dotar a todos los centros de atención médica del ministerio de salud de los implementos adecuados para resolver cualquier emergencia que se presente. Que se tenga al alcance sueros, antibióticos y demás medicamentos que nos permitan actuar inmediatamente se presente el caso. Por último, tener al alcance de quien lo solicite todos los métodos anticonceptivos para que no se produzcan los embarazos no deseados que generalmente van a llevar a prácticas abortivas con el gran riesgo de infección y muerte.