El 13 de abril de 1941 la ciudad de Iquitos fue sometida  a las tinieblas del pasado y del futuro, al insufrible apagón  de siempre y de más allá del fin de la eternidad. La diferencia con lo que ocurre ahora es que entonces la desgracia de sombras duró exactamente una hora. Comenzó a la 11 de la noche y terminó  a las 12 de esa misma noche de ronda.  La majadería eléctrica duró, pues, 60 minutos, y solo afectó a los que estaban despiertos, en cama ajena, a los noctámbulos que quería embriagarse hasta el alba o el día siguiente, a los que trabajaban en la noche, buscando cosas ajenas. Pero tan poco apagón no fue una disculpa o un relajo. Porque al día siguiente, el 14 del mismo mes y del mismo año, la cosa reventó.

Ello se notó mejor en los medios escritos que publicaron  urticantes crónicas de emergencia contra el apagón que como el aguajal sabe de nuestros tormentos a la hora de las sombras nada más como en el bolero sin cantina o con taberna.  La madre del cordero surgió entonces. Y era que una empresa limeña manejaba el servicio de luz eléctrica en la ciudad. Eran forasteros los que tenían la sartén por el mango y no lograban entender a una urbe tan peculiar, tan original o tan boba, pero diferente al resto de ciudades del país. Esa prensa escrita pedía que la empresa de luz pasara  a manos de empresarios locales. Pero no pasó nada. Y el mal servicio siguió de largo, atravesó los aguajales  tormentosos y llega hasta ahora.  Pero la prensa del presente casi ni se ocupa de los apagones. Algún comentario, alguna queja, quedan después que la población sufre el incalculable daño de la falta de luz.

1 COMENTARIO

  1. Este es un evento que, según se dice, ocurrió hace 71 años. ¿ La información ha sido obtenida de algún archivo periodístico?, ¿ hay alguna mente senil extraordinaria para los recuerdos?, ¿ ese evento influye en la situación actual?. Me imagino que poco o nada de eso. Entonces, ¿ cuál es el sentido de esta información periodística?. Tengo la respuesta, pero me muerdo los labios para no decirlo ni escribirlo. Señores periodistas, es necesario que ustedes sirvan de medio para el desarrollo de la población. Traten asuntos de importancia. Hay mucho por hacer.

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