Han sido publicados los resultados de la última Evaluación Censal Estudiantil ECE 2014 y las variaciones no han sido demasiadas. Si bien es cierto que hay algunos despuntes solitarios  considerables, los que están arriba (Moquegua, Tacna, Arequipa) no han cambiado en los últimos 4 años, pero los de abajo tampoco así que Loreto Ucayali, Madre de Dios lamentablemente siguen en niveles muy malos. Aunque sosteniblemente han crecido en bloque nacional, aún el panorama es desesperanzador.

De este panorama Amazonas es tal vez la región que más sorprende, pues ha pasado a un meritorio tercer lugar en Matemática. Siendo una región amazónica este es doble mérito. La realidad de la sierra y de la selva es doblemente complicada para poder cubrir los procesos de capacitación y acompañamiento pedagógico que han sido la clave de esta subida de porcentaje nacional en promedio (10%) en relación al 2013. Es también una respuesta a los gobiernos regionales que pueden excusarse que por su ámbito geográfico es muy difícil revertir esta realidad.

Loreto nuevamente ocupa el último lugar. Lo peor con distancias astronómicas en relación a regiones como Moquegua o Tacna e incluso con Huancavelica que era el pasivo del crecimiento económico del país y la región más pobre que generaba lástima en todo sentido, pero ahora con estas cifras, su concepto de esta región tendrá que cambiar. La Amazonía merece un trato especial en Educación y tal vez el propio Ministerio tendrá que intervenir de manera más focalizada y técnica en los procesos que en otras regiones si han dado resultado.

Los niveles de este censo en Loreto deberían preocupar sobre manera a la nueva gestión que está en el inicio de su gestión. Esta debería ser su bandera principal (o su revolución si quiere llamarlo electoralmente) antes que pelearse por resultados de infraestructura que ha sido la media entre las autoridades de los últimos 50 años en Loreto.

Si Fernando Melendez quiere representar el cambio que se enfoque en Educación, no sólo que reevalúe los procesos de acompañamiento sino que declare en emergencia todo el sistema de tal manera que en tres años esta realidad pueda revertirse. Esto implica obviamente técnicos y especialistas y no operadores políticos en Educación. Algo así como un ministro Saavedra pero en Dirección Regional. Cosa muy difícil cuando no hay interlocutores académicos o técnicos que miren a la educación con seriedad y en función a metas y resultados tangibles.

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