CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

La atención prenatal es el arma más importante para prevenir la morbi mortalidad materno perinatal en nuestro país y aun no nos damos cuenta de ello. Ella nos permite que nazcan niños sanos sin que se deteriore la salud de la madre.

Desde el momento que se diagnostica el embarazo la mujer debe acudir a su consulta de Atención Prenatal que se puede realizar en todo establecimiento de salud público o privado. Este control permite registrar todos los datos de la paciente respecto a su última menstruación, enfermedades que padezca, intervenciones quirúrgicas a las que ha sido sometida, alergias que presente y luego es sometida a un examen médico general, con la medición de la presión arterial incluida,  para constatar en qué condiciones está empezando el embarazo. Luego de ello se solicitan análisis de laboratorio que nos permiten constatar si está anémica o no o si tiene alguna infección que se debe tratar. También se solicita una ecografía obstétrica que nos permitirá corroborar el tiempo de gestación con un mínimo error y detectar algunas anomalías en el embrión o feto.

Luego viene algo que es muy importante: identificar algún factor de riesgo que podrí complicar el embarazo: Por ejemplo las mujeres anémicas podrían complicarse con atonía uterina post parto (falta de contracción del útero), lo que llevaría a hemorragia con riesgo de perder la vida. Las pacientes obesas o con antecedentes de diabetes tienen riego para desarrollar pre eclampsia, que es el aumento de la presión arterial como consecuencia del embarazo y que podría llevar a convulsiones con muerte de la madre y el feto. Las mujeres con flujo abundante o las que tienen infección urinaria pueden presentar amenaza de aborto o amenaza de parto prematuro. Y así como estos ejemplos hay un largo etcétera que un profesional de salud bien entrenado conoce y debe detectar a tiempo cualquier anomalía para poder manejarla a tiempo o referirla a un centro especializado para la atención oportuna.

Un acápite especial es sobre el diagnóstico de infección urinaria en la gestación. Como consecuencia del embarazo, y por acción de hormonas, principalmente los estrógenos, la vagina tiende a humedecerse más y, por lo tanto, crear las condiciones para que aparezcan los flujos vaginales producidos principalmente por cándidas. Estos flujos, al ser abundantes, entran en contacto con la uretra que se encuentra vecina a la vagina, irritándola y produciendo molestias semejantes a una infección urinaria. Al tratar los flujos, desaparecen las molestias. El diagnóstico certero de infección urinaria se realiza con el urocultivo que se tarda 3 días en responder. No hay que abusar del uso de los antibióticos al prescribirlos solo por molestias urinarias.

En los siguientes controles se mide la altura del útero y a partir de la semana (un poco más de tres meses aproximadamente) se pueden escuchar los latidos fetales con un aparto doppler. De acuerdo a cada semana de embarazo el útero debe tener un tamaño conocido, si es menor de lo esperado puede ser que el feto haya muerto o no se produzca el líquido amniótico, si es mayor puede ser que sea un feto grande o haya exceso de líquido (polihidramnios)

Por ello la importancia de la atención prenatal. Nos permite diagnosticar a tiempo cualquier complicación. La pregunta pertinente es ´donde se atienden mayoritariamente las mujeres gestante en nuestra región. Evidentemente en los puestos y centro de salud que corresponden al primer nivel de atención. Entonces se debe capacitar al personal que laboran allí y dotarles de los instrumentos y laboratorio adecuados para que realicen una tarea óptima, entre otras cosas. Y esto es prioritario