En forma súbita, la amenaza de una continua y sucesiva toma de buses, se cierne sobre la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana. La amenaza está allí, flotando en el ambiente del claustro, perturbando la normal vida del Alma Mater. Esa amenaza de interrumpir los servicios de locomoción terrestre, de extraviar las rutas habituales y de mandar al tacho lo previsto en transporte, no parte del siempre litigante gremio de docentes. Ha surgido de un estamento que, de un tiempo a esta parte, mantenía las mandíbulas apretadas, protestaba de la boca para afuera, se quejaba en las cervecerías cercanas: los estudiantes. El motivo de la protesta es aumentar las semanas de clases para evitar una descontrolada recarga en los estudios.

Los estudiantes de la protesta vehicular, que pertenecen a la Facultad de Ingeniería Forestal, han decidido tomar al toro por las astas y, sin titubeos y miedos, se han alzado en una pequeña gesta de buses tomados. Exigen que no se les atosigue con exposiciones, informes, trabajos de investigación, exámenes, en una loca carrera contra el tiempo y contra la elemental pedagogía. La protesta cuestiona directamente a los docentes abusivos y a las autoridades universitarias que nada han hecho para evitar ese cargamontón, por decir lo menos. Porque antes de tomar los buses, antes de la medida de fuerza, los estudiantes han enviado sendos documentos al Rector,  pidiendo un mejor trato como seres humanos y futuros profesionales.

Los buses de servicio universitario pueden quedar una temporada fuera de uso. Pueden quedar paralizados, inutilizados. Pueden quedar hasta en el cementerio de vehículos inservibles y ruinosos, si es que las autoridades unapenses no ponen las barbas en remojo. La primera toma de buses, realizada el día de ayer lunes, es sólo el inicio de una campaña que no se detendrá. Y no por el simple capricho de nadie. Hay algo que avala a los protestantes como una fuerza aplastante: El Estatuto General de la misma UNAP que dice: “El período lectivo tendrá una duración de 34 semanas anuales, repartidos en ciclos académicos semestrales….“