Leo que la jefa de Cultura de la Municipalidad Provincia de Maynas, Ofelia Chávez, dinámica, entusiasta y voluntariosa funcionaria pero que desconoce buena parte de la historia de Iquitos, ha declarado que el proceso de corrección de los errores y barbaridades que se muestran en el Museo Iquitos está en pleno trabajo aún. Leo también que el presidente de la Comisión Interina de la “ampliación de información”, Joaquín García Sánchez, ya recibió la resolución que oficializa su nombramiento y de los demás que le acompañan en la tarea de impedir que se difunda las tropelías que han evidenciado diversas personas y que la gente que rodea a la alcaldesa se ha resistido a cambiar, al menos inicialmente. Hace algunos días Martín Reátegui, miembro de esta Comisión, aseguró a este columnista que una vez firmada la resolución se procedía a cerrar el Museo Iquitos porque era una decisión unánime que, además, iba acompañada del retiro del señor Luis Repetto, principal causante de las ignorantes frases que hoy se muestra en el lugar. Pero parece que el cierre no se dará debido a consideraciones que están en el ambiente pero que nadie se atreve a decir.

¿Acaso Joaquín García Sánchez con Martín Reátegui Bartra pueden permitir que los niños y jóvenes que llegan al Museo Iquitos reciban información distorsionada, errada y desviada sobre lo que sucedió en Iquitos? Parece que sí. Ellos, mejor que nadie, saben que no se puede permitir el acceso a esa información a los oriundos ni a los extranjeros. Pues cada uno en su rubro conoce lo que sucedió en este territorio y quiénes son los personajes que hicieron algo por Iquitos y sus habitantes en poesía, pintura, música, arquitectura, cuento. García Sánchez, a quien se le recordará por siempre en esta urbe por su empeño en difundir las manifestaciones culturales, sabe –o debería- que no se puede narrar la historia de la forma cómo se hace en el Museo y por eso debe cerrarse hasta que se subsane. Reátegui Bartra, quien está empeñado por estos años en ampliar académicamente los conocimientos que tiene sobre la historia, sabe –o debería- que no existe otra opción que cerrar ese lugar y por eso propusieron aquello en la reunión a la que algunos convocaron y no fueron –como este columnista- y a la que otros sin ser convocados fueron, como es su caso. Es decir, estamos hablando de dos personas que conocen la historia, al menos con más amplitud que los ignorantes que perpetraron esas bestialidades con nuestra historia. Pero el problema de los intelectuales loretanos –nacidos y no nacidos en el terruño- no es el conocimiento sino el comportamiento. Ya la alcaldesa Adela Jiménez –en un gesto que la enaltece- admitió los errores a pesar que el tal Repetto negaba lo evidente y en su momento prometió cambiar los datos de su mala obra. Es decir, ya no hay discusión sobre si los datos son verdaderos o falsos. Pues son falsos y tergiversados. Entonces, ¿cómo García y Reátegui pueden permitir que se difunda la historia con esas características? Inexplicable. Inexplicable. Porque cualquier intelectual o quien pretenda serlo no puede hacer concesiones sobre los yerros ni siquiera en nombre de las buenas intenciones. Me hubiera gustado que Joaquín y Martín sean consecuentemente con lo que dicen, a pesar que el primero nunca dijo nada cuestionable sobre los errores del Museo en el semanario que dirige y el segundo inicialmente se negó a hacer públicas sus discrepancias con los errores y quienes lo realizaron a pesar que tiene varios medios amigos, como este diario, para ello.

2 COMENTARIOS

  1. Al fin leo al bueno y super interesante, estoy completamente de acuerdo con en el cierre del museo mientras no se corrijan muchas informaciones tergiversadas sobre la historia, arte y cultura de iquitos…

  2. Confieso que no fui al «Museo»; pero cuento con información suficiente, confiable desde luego, que no hay otra alternativa que cerrarlo hasta que se hayan superado todos esos imperdonables errores; no hay vuelta que dar. A propósito qué hay de esa otra garrafal equivocación sobre homenajes y nuevas estatuas para el «poeta de los niños amazónicos» Orlando Casanova?

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