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El poder bajo control

El mandtario Martín Vizcarra no pudo escapar del destino contrariado de los otros presidentes peruanos. Al término de su gestión, cuando todo se acabe, la justicia peruana le investigará por la construcción de un hospital en Moquegua. De esa manera el actual presidente nacional correrá la misma suerte de tantos mandatarios que después de sus periodos tuvieron que comparecer ante la justicia. Qué destino más adverso de los señores presidentes nuestros que, después del ejercicio de sus gestiones, acaban en los predios de la investigación como si fueran incapaces de frecuentar la inocencia.  Así el cargo de presi-dente nacional parece una verdadera condena.

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Fiesta entre desperdicios

Como una condena conocida, las fiestas de fin de año entre nosotros se realizan entre montones de basura. Lo curioso del denigrante hecho es que desde hace varios años se repite el mismo desacierto. Y este fin de año, como no podía ser de otra manera, las autoridades y los encargados de botar los desperdicios brillan por su ausencia dejando a Iquitos en el abandono mientras la basura infesta cada esquina, cada vereda, cada calle. Qué tales festejos nos merecemos aquellos que vivimos en esta ciudad. Y qué tales autoridades que tenemos y que todavía se quedarán  todo el año del 2020. 

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Mal año para los unos y los otros

La alcaldesa Jane Donayre debió evitar el bochorno del no pago a ciertos servidores. Ella debió adelantarse a las carencias monetarias para poder pagar a aquellos que han realizado trabajos a favor del municipio de Punchana. La deuda ha permitido que en estos días de saludos, brindis, chocolatadas, comilonas y hasta chupandangas, los trabajadores impagos protesten con todo derecho. De esa manera, en medio de los festejos, apareció la bulla de aquellos que no pudieron cobrar a tiempo.  Un mal fin de año tanto para la autoridad edil como para las personas impagas de esta ciudad

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La titulación rural y la lluvia de millones

Hay que poner ojo a la titulación rural que se desarrolla en los pueblos loretanos por parte de una empresa contratada por el Ministerio de Agricultura desde Lima. Esa empresa, española para más señas, hace poco se instaló en Iquitos y recibirá 6 millones 400 mil dólares por ese trabajito. ¿Los funcionarios de la Dirección de Agricultura de Loreto sabrán lo que es autonomía o respeto a los fueros?

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Multa a los quemoneros

Los que pretenden quemar muñecos con figuras públicas o con rostros de políticos cuestionados tienen que recordar que hay una multa de 4250 soles. Es decir, no se puede fomentar quemas o incendios de esas figuras hechas con ropa vieja o trapos rotos. Porque es contaminar el medio ambiente con un humo que se expande y que puede generar hasta enfermedades. Queda claro entonces que se puede festejar sin quemar nada y sin vengarse de los desaciertos de ciertas autoridades que fueron elegidas para bien o para mal.

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Es grave la situación

La cosa es tan pero tan grave que ha tenido que intervenir la Fiscalía de Ambiente. Es como si las autoridades desconocieran sus responsabilidades y tienen que contar con una voz de alerta que les incite a intervenir en el recojo de la basura. A estas alturas del partido cabe preguntarse qué es lo que realmente pasa con la basura. Las empresas encargadas del recojo, que cobran lo suyo por hacer un mal trabajo, pasan piola. Y los grandes culpables son los municipios y hasta las mismas gentes que sacan a cualquier hora sus desperdicios. Así no podemos seguir y es hora de acabar con ese abuso de esos empresarios que se llenan los bolsillos a cambio de un desastre general que afecta a los unos y los otros.

Vaticinio fallido

Los días calurosos anunciados por Senamhi si hicieron trizas con la desatada lluvia que cayó en este fin de año. Eso quiere decir que dicho organismo no siempre acierta y sus predicciones pueden fallar. Ahora no sabemos cómo serán los primeros días del año que se viene. No sabemos si habrá lluvia hembra, si saldrá el sol en plena lluvia o si caerá una tempestad en medio de un día caluroso. Es posible que los cambios climáticos ocurran ante nuestras narices y que no podamos predecir con certeza. Al parecer, se trata de hechos consumados del complicado cambio climático que hasta puede ser fatal en algunos lugares de la tierra.

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