Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

No llegamos ni a la quincena del primer mes del nuevo año y la movida noticiosa para la crítica o el halago están a la orden del día.

Para nadie es extraño que el aniversario de nuestra ciudad pasa casi desapercibido todos los años. La modorra que genera la celebración de año nuevo llega hasta la autoridad municipal de turno que, en este caso, solo nos mostró su rostro en unas gigantografías de saludo a la ciudad de Iquitos, como si no hubiese bellas fotografías de la ciudad, que reemplace a la imagen de la guapa alcaldesa. Más allá de una sesión solemne, un desfile y una que otra actividad cultural, casi se termina celebrando el aniversario de Iquitos entre cuatro paredes y amigos. A ello se suma que las demás autoridades parece que se olvidarán que la ciudad que los acoge tiene una fecha de aniversario.

Casi acabando la celebración de aniversario de Iquitos, una noticia lamentable es portada en este diario y luego es abordado por otros medios de comunicación. Mishel Medina Sandoval denuncia haber sido agredida por su pareja Juan José Shibuya Briones. La joven asegura que su pareja le golpeó en el vientre, agresión que sin duda afectará a la bebe que lleva desde hace seis meses en sus entrañas. Este columnista conversó con ambos personajes y si se trata de poner en la balanza ambas versiones, me quedo con la de Mishel, que con documentos en manos demuestra que fue sujeta de agresión. Lo que resulta extraño es la ausencia de voces de quienes integran el colectivo #NiUnaMenos, más allá de la ya acostumbrada posición de Silvia Arbildo, las demás han caído en un preocupante silencio. Claro está que la noticia en este caso son Mishel y Juan José y sobre ellos debe generarse la noticia. Los demás actores, incluso los periodistas, estamos demás. Nuestra labor pasa por informar u opinar al respecto, nada más.

No acaba la segunda semana de enero y la recomposición del gabinete del gobierno de PPK nos trae la noticia que un loretano tomaría juramento como ministro y  así ocurrió. El martes último a las 4.42 de la tarde, el ingeniero forestal, oriundo de Yurimaguas y actual congresista por Loreto, Jorge Enrique Meléndez Celis juraba al cargo por los más pobres del Perú. Tras el juramento al cargo e incluso antes de ello empezaron las críticas, algunos dirán bien fundadas y otros que son por envidia al cargo que ahora ostenta el yurimagüino. El nuevo ministro aún no asumía sus funciones y sus propios paisanos ya le daban con palo, sumándose a ellos los legisladores Jorge Del Castillo y Héctor Becerril. El único camino que le queda al flamante titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social – MIDIS, es realmente trabajar por los más pobres del Perú, caso contrario las críticas expresadas al asumir su mandato lo acompañarán hasta el final de su vida política

Y mientras se conoce de celebraciones, agresiones, juramentaciones, casi nos olvidamos que hay obras de la municipalidad provincial de Maynas que están concluyéndose y otras que a finales del año pasado eran entregadas. Una de ellas es el “mejoramiento” de la calle prolongación Trujillo. Varios paños de las dos cuadras refaccionadas empiezan a presentar deficiencias. Poco a poco empezará a ponerse: hueco, hueco, expresión que muchos usamos al hablar. Lo cierto es que esta deficiencia tiene un nombre: ROBO y lo señalo en mayúscula porque no existe otra explicación. Claro que es labor de nosotros los periodistas indagar quién o quiénes nos están robando. Así como está la prolongación Trujillo, ni imaginarse cómo estarán otras obras en los demás distritos y provincias de la región Loreto. Ya es momento de parar esta burla y ello depende de nosotros mismos. Basta ya de elegir autoridades que apañan robos. Basta ya de solapar la corrupción. Sepamos elegir para luego no quejarnos de las autoridades que llegamos a tener.

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