Como sucede con otros proyectos, existe un pequeño grupo que no desea que las torres sean instaladas en la selva porque, aseguran, maltrata el medio ambiente y perjudica el habitat de los animales. y se han opuesto a que el proyecto avance. Pero lo más curioso es que el proyecto no parece formar parte de la agenda de las autoridades locales.

La línea de transmisión eléctrica Moyobamba- Iquitos es una de las obras que dejó en ejecución la administración del presidente Ollanta Humala y que el actual presidente Pedro Pablo Kuczynski debería continuar. Claro, para que ello suceda tendríamos que ponernos de acuerdo los loretanos y destrabar de la mejor manera posible los obstáculos que se han presentado en el camino y que tiene su punto más álgido en la oposición de pobladores de Datem del Marañón y Alto Amazonas porque creen que el paso de las torres perjudicará el medio ambiente en que viven.

Solo para darnos cuenta de la magnitud del proyecto señalamos algunas características: Electricidad más limpia, de calidad y económica, ya que Iquitos actualmente tiene energía que se produce con petróleo y es altamente contaminante y, como si ello fuera poco, carísima. Transmisión eficaz a través de la red eléctrica nacional. Actualmente Iquitos está en el sistema aislado y la interconexión le comunicaría con el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional. El proceso de construcción en plena selva deberá adecuarse a las características geográficas de la zona. Para no dañar la zona reservada de Pacaya Samiria las torres se instalarán fuera del territorio de la misma. Esta característica obligatoria encarece el proyecto pero no hay otra salida, es decir, prioriza el medio ambiente. Se ha destinado 499 millones de dólares para 630 kilómetros de interconexión con una concesión de 30 años. El tendido eléctrico permitirá instalar la fibra óptica que mejorará el acceso a internet y la comunicación en Iquitos. Cuando Iquitos produzca energía que exceda su consumo podrá transmitirla por la red nacional y generar ingresos. Actualmente Iquitos consume 50 MW, cuando la línea entre en operación podrá trasladar 150 MW y está diseñada para trasladar hasta 200 MW. Las torres medirán entre 30 y 40 metros. Por donde se lo mire este proyecto es beneficioso para los pobladores de Loreto.

Pero, como sucede con otros proyectos, existe un pequeño grupo que no desea que las torres sean instaladas en la selva porque, aseguran, maltrata el medio ambiente y perjudica el habitat de los animales. y se han opuesto a que el proyecto avance. Lo más curioso es que el proyecto no parece formar parte de la agenda de las autoridades locales. Nos hemos preocupado más en la carretera hacia la costa y hemos volteado la mirada a ella como si fuera excluyente de los demás. Cuando la interconexión eléctrica está más avanzada y los beneficios serán enormes en materia económica y social.

Sería bueno que la clase política voltee la mirada a este proyecto. Sería mejor que la ciudadanía se entere de las posibilidades de desarrollo que llegará junto con esa energía. Sería excelente que en la región se forme una comisión de vigilancia para que el proyecto no se detenga. Si estas tres cosas suceden en menos de tres años tendríamos en Iquitos energía eléctrica de calidad, conexión a internet con velocidad y podríamos dejar a nuestros hijos una ruta de desarrollo.