ESCRIBE: Tato Barcia

Reconocer el aporte de los inmigrantes en nuestra ciudad es justo y necesario porque con ellos hemos ido formando y transformando nuestra cultura, Los Iquiteños tenemos particular predilección por la comida china y los chinos supieron fusionar su sazón con nuestros ingredientes. La palabra Iquitos se escribe 伊基托斯 y se pronuncia «yī jī tuō sī»; “Isla Bonita” se escribe 漂亮的小岛 y se pronuncia “Piàoliang de xiǎo dǎo”. Los primeros inmigrantes chinos llegaron a Iquitos hacia el año 1884 e ingresaron por el Brasil, dedicándose a la explotación del caucho y formaron inmediatamente una «Colonia China», que tenía como objetivo reinvertir sus ganancias en el comercio a través de otros inmigrantes de la misma nacionalidad. Llegando a rivalizar fuertemente con los comerciantes de origen judío y fueron mal acogidos por los europeos que les precedieron. Y es que debemos tener en cuenta que la colonia china, es la colonia extranjera más grande de la ciudad y la segunda colonia china en una ciudad peruana (numéricamente después de Lima). Pero porcentualmente frente al universo poblacional, la de Iquitos es la primera.

Pero vamos por partes y cucharadas. En el siglo XIX, China se encontraba en una gran crisis política, económica y social. La Guerra del Opio (1840-1842) dejó a China en una condición colonial a favor de Inglaterra, obligándoseles a aperturar y ceder el puerto de Hong Kong al comercio internacional. Por otro lado, surgieron numerosas sectas y movimientos mesiánicos opositores al gobierno imperial Manchú, que fomentaron levantamientos y rebeliones; entre ellos, la más importante sería denominada La Rebelión de los Taiping. Todo esto generó un clima de inestabilidad entre la población china. Agregado a ello, se evidenció un incremento de la pobreza y miseria en el país oriental, principalmente en las provincias del sur. (La mayoría de inmigrantes chinos llegados al Perú fueron originarios de Cantón, ciudad perteneciente a la provincia sureña de Guangdong). Los inmigrantes chinos que arribaron a Iquitos, se trataba en su mayoría de jóvenes varones motivados por las, ya mencionadas, malas condiciones económicas, políticas y sociales existentes en su país; que se aventuraron en la búsqueda de mejores horizontes económicos. Así llegaron a Iquitos, ciudad que los atrajo por su creciente prosperidad comercial, ocasionada principalmente por la industria cauchera. A su llegada, algunos de estos jóvenes recibieron apoyo de familiares o amigos ya establecidos en la ciudad quienes les proporcionaron empleo, vivienda y alimentación. Aquellos que no tuvieron ningún conocido en Iquitos, fueron igualmente apoyados por la Beneficencia China y trabajaron en los negocios de los antiguos comerciantes chinos.

La mayoría de los emigrantes chinos de finales del siglo XIX eran comerciantes que traían su propio capital, y es que el “Ministerio de Relaciones Exteriores”; había enviado instrucciones al cónsul en Hong Kong que solo los chinos con un pasaporte de la Cámara de Comercio de Cantón que pudieran mostrar un capital de mil libras serian autorizados de viajar a la zona de la Amazonía Peruana por primera vez (LCE 25/11/10: 44). Dando lugar a numerosas solicitudes de casas comerciales en Iquitos para que nuevos empleados pudieran tomar puestos en los negocios chinos, esto impulsó  la inmigración china los próximos 48 años, hasta agosto de 1930, aunque la inmigración de niños presentó el primer gran problema. Hasta 1913, los niños no necesitaron pasaportes, de acuerdo con el protocolo. Pero, el hecho de que casi la mitad de los emigrantes eran niños, originó una serie de acusaciones efectuadas por el cónsul en Yokohama acusando que niños hambrientos y sin hogar fueron enviados para trabajar en empresas chinas en Loreto y que los habían comprado. Luego de una larga investigación, se pudo determinar que esta acusación resultaba falsa.

No olvidemos que Iquitos ingresa al siglo XX como la ciudad más cosmopolita del Perú, estableciendo nexos muy cercanos con Europa, más que con la misma Lima o cualquier otra ciudad del resto del país. Iquitos poseía una población muy diversa, en ella habitaban brasileros, españoles, portugueses, italianos, alemanes, ingleses, franceses, marroquinos, colombianos, ecuatorianos, etc. Junto a ellos se encontraban los chinos, quienes se constituyeron como la colonia extranjera numéricamente más importante de Iquitos y todo Loreto (Lausent-Herrera, 1987). Después de trabajar algún tiempo en la explotación del caucho, muchos de estos primeros chinos llegados a Iquitos, se asentaron en la ciudad, e invirtieron sus ganancias en comercios. Grandes casas comerciales como Morey, Israel, Wesch, Khan y Pollak establecieron relaciones comerciales con ellos, apoyándolos e insertándolos en su propia red de distribución de productos, donde los chinos se convirtieron en comerciantes minoristas abastecidos por estos grandes comercios. (Lausent-Herrera, 2000). La comunidad china en Iquitos a inicios del siglo XX fue numerosa, constantemente alimentada por nuevos inmigrantes, organizada a través de un templo y una beneficencia; y comenzó a prosperar como resultado de la habilidad comercial de sus miembros. Esta comunidad contribuyó enormemente a la formación y crecimiento de Iquitos como ciudad, su presencia en la vida económica fue sustancial, y lo sigue siendo en la actualidad.

Una vez llegado el momento de formar una familia, muchos jóvenes chinos se unieron a mujeres de la región, continuando con el proceso de mestizaje biológico y cultural iniciado por los primeros “chinos culís” en Loreto; otros decidieron buscar esposas en su país natal, encomendando a sus familiares en China la preparación del viaje de la novia hacia Iquitos para el casamiento. (Esto dependió principalmente de las posibilidades económicas de la persona). En todos estos casos, los inmigrantes chinos conservaron al interior de sus hogares los valores tradicionales de su cultura, formando a sus hijos con disciplina, enseñándoles el respeto y obediencia hacia los mayores, e inculcándoles constancia y dedicación hacia el trabajo. En otros casos, también se transmitieron a las siguientes generaciones conocimientos sobre medicina y otras artes ancestrales; saberes que muchos de descendientes conservan hasta ahora.

Los principales elementos de la religión china fueron igualmente conservados dentro de la vida familiar. Si bien, muchos chinos en Iquitos aceptaron como propia la religión católica, esto fue únicamente a nivel social. Además, a pesar que buena parte de las siguientes generaciones fueron formadas en un contexto principalmente cristiano, los acompañaron, y acompañan, a lo largo de sus vidas y en sus acciones, los preceptos: budista, taoísta y confucianista; pilares de la religión china.

Además, es importante recordar que una de las características propias de la cultura china es la de aceptación y coexistencia armónica de distintos credos. Las diferencias entre los dogmas religiosos nunca han tenido una gran importancia en China, donde las diversas religiones pueden ser compatibles y aceptadas al mismo tiempo. Por tal razón, es probable que la aceptación de la religión cristiana en las siguientes generaciones de inmigrantes no significara la pérdida de las creencias originarias.

Desde un principio los Chinos destacaron en Loreto como unos excelentes comerciantes a lo largo de los ríos de nuestra Amazonia (Como Regatones) gracias al apoyo de los Portugueses, Brasileros, Españoles y Franceses; pero la comunidad Judía – Sefardita, logró imponerse y sacar ventaja a los comerciantes Chinos; en algunos casos excepcionales, se encontraban lado a lado comerciantes Chinos y Judios en buenos términos, como fue el caso en la ciudad de Yurimaguas. Los chinos son una raza muy trabajadora, perseverante en sus objetivos. Las huertas productivas en las casas de antaño de Iquitos, son un legado chino, gracias a ésta labor introdujeron a nuestra cultura culinaria nuevos insumos y nuevos sabores bien aceptados en nuestra ciudad.

Entre las primeras empresas Chinas establecidas en la Región estaban la «Hop Wo Long Cía., Yun Nen Cong Cía., y la Pow Nan Sang Cía. siendo la última de estas la más longeva ya que sobrevivió hasta el año 1932. La Sociedad de Beneficencia China jugó un papel muy importante dentro de la comunidad China, porque les ayudó a consolidarse en el comercio dentro de la «Isla Bonita» y a diversificarse en otras actividades, ellos adoptaron una estrategia cuyo objetivo era de ocupar por medio de la compra o alquiler, los terrenos urbanos más as centrales, cercanos a la plaza 28 de Julio o puerto y mercado de Belén, particularmente en las esquinas con doble entrada y contribuyeron en dar a Iquitos ese aspecto tan comercial en las zonas referidas que hasta el día de hoy puede apreciarse. Cabe precisar que el aporte de la colonia China fue muy importante en la consolidación de la ciudad de Iquitos como centro urbano principal de la Amazonía Peruana.

Es ahí donde recién los chinos se animan a comercializar su comida a través de los famosos chifas. por esos años solo pequeños ambientes donde cabían unos pocos comensales. Cabe precisar que tratando de ahorrar hasta el límite, los asiáticos solían preparar un plato hecho con arroz “básicamente arroz frito” al que conocían como chau fan, y gustaban de llamar a cenar con la frase “ni chi fan”, que quiere decir: ¿ya comiste? De esta forma nacen el chaufa y el chifa, y todos los derivados que hoy se venden aquí de la comida cantonesa. En Iquitos sucedió algo peculiar ya que se incluyó como ingredientes esenciales del chifa Loretano, el «ají dulce», el «pepino y la cebolla China regional»; que es muy diferente al de la costa. Sin duda la comida china encontró su mejor fusión con nuestro sabor regional, que terminó dándole un sabor muy particular y acrecentó su fama tanto que en los recordados Chifas «Wai Ming» y «Chung Wa»; venían a comer personalidades nacionales y extranjeras. Como el recordado actor norteamericano John Wayne y el cantante inglés Mick Jagger, entre otros.

Estoy seguro que algunos de mis lectores contemporáneos recuerdan con nostalgia algunos excelentes chifas de antaño como el “Man keong”, que estaba ubicado en la Plaza de Armas, “Chung wa” de propiedad de Alfonso Yi, ubicado en la esquina de San Martin y Arica, y el “Wai ming” posteriormente llamado “Lung fung” con su inolvidable “arroz chaufa samsi” que ahora ya no es el mismo. El “Chifa Oriental”, ubicado en la esquina de Grau y Bermúdez era muy requerido en esos tiempos por el caldo a vapor de patitas de pollo. El “Chifa Pacífico” ubicado al costado del cine Bolognesi. El chifa Central, en la década de los 50 y principios de los 60. Y el inolvidable “Chifa La Pagoda», ubicado en la primera de la calle Aguirre, frente a la plaza 28 de Julio, donde asistían todos los trasnochadores ya que estaba abierto hasta las 5 de la mañana. Y en el cual éramos atendidos amablemente por el inolvidable Frank Chang. Entre los platos representativos y solo para despertar su apetito, encontramos el arroz chaufa, tallarín saltado, sopa wantan, wantan frito, min pao, tallarines con pato, hongo especial, gallina con tamarindo, chaufa especial mesa de chancho, etc.

En la actualidad este negocio dio un nuevo giro fusionándose con las ya famosas pollerías y ahora en Iquitos abundan los «Chifas-Pollería», evolucionando enormemente y adquiriendo un nuevo formato formando parte de la gastronomía popular. Están diseminados por toda la ciudad: Punchana, San Juan, Belen, y en Iquitos cercado, se ubican preferentemente en la plaza 28 de julio y en la zona de la calle Huallaga cruce con la calle Napo. Es una combinación muy peculiar ya que el pollo a la brasa es un jugoso pollo de piel dorada y alitas crocantes deliciosas, aliñado y marinado con hierbas y condimentos, que es acompañada con papitas fritas doradas, y en vez de la ensalada fresca como tradicionalmente se sirve, lo acompañan del famoso arroz chaufa, tallarín saltado y hasta con un wantan frito. Comerlo es toda una experiencia culinaria.

La colonia china aportó muchos inmigrantes que se convirtieron en importantes empresarios : en  actividades tales como : comerciantes, elaboración de alimentos, bienes raíces, fotografía, radio y entretenimiento, etc. Iquitos albergó a numerosas familias chinas, entre las que destacan los Ching, los Wu, los Acuy, los Chang, los Wong, los Chong, los Lam, los Tang, etc. Como consecuencia, la comunidad china en esta ciudad se hizo cada vez más grande y a través de la Beneficencia China, se fortalecieron los lazos entre sus miembros. Pero sin lugar a dudas el hijo de la colonia china en Iquitos más destacado fue el creativo y entusiasta Sr. “Antonio Wong Rengifo», con su enorme predisposición por la actividad artística, especialmente la música, fotografía y la cinematografía. En esta última actividad alcanzó a filmar hasta 7 películas, según el Padre Joaquín García en diferentes formatos (35mm, 16mm, 8mm y súper 8mm), de la cual, “Bajo el Sol de Loreto” (1936) es considerada un hito cinematográfico porque es la primera película en colores de formato largo hecha en la Amazonía peruana. Por lo cual se le conoce como el Zhang Yimou Loretano. Y sobre quien redactaré un artículo especial próximamente. También puedo resaltar a otros paisanos que aportaron a nuestra Isla Bonita como Aurelio Tang, Jorge Chong, Antonio Achong, Suping Lam, Fermín Wong y don Eulogio Ching, padre de mi buen amigo Nikyoli, actual presidente de la CCITL.

Los valores de la colonia china y su influencia positiva en la sociedad Iquiteña son muy importantes. Debemos mencionar los antecedentes de esta actitud organizada por parte de la colonia. En solo 2 años después de su ingreso a Loreto, por el año 1886, fundaron su primera organización, la Sociedad de Beneficiencia China. Desde estos tiempos en adelante, la colonia trató de alcanzar una consolidación, y no sólo crearon redes de comercio, sino también centros sociales en varias zonas de nuestra ciudad hasta alcanzar cierta presencia incluso en la política. El interés por la presencia de los chinos empezó a crecer desde los años 80 y 90 del siglo XX, y siguió aumentando gracias al acercamiento diplomático y económico entre los países; y no debemos olvidar que de momento China es el mayor socio comercial del Perú.