La sensibilidad por los desastres ecológicos en la floresta de parte de peruanos y peruanas de otras latitudes es, simplemente, cero. No se oye, padre. Ha ocurrido un derrame de petróleo de lamentable consecuencias para las poblaciones locales y se cubre un manto de insensibilidad entre la población urbana amazónica y peruana en general. Pero esta falta de atención es casi total, por más que el diputado oficialista que dice representar a la Amazonía se ponga casi siempre de perfil cuando ocurren estas tragedias y hable con la boca pequeña escondido bajo una litera. A esta insensibilidad hay que sumar que la floresta para el imaginario peruano es una región perdida en el mapa donde abundan bosques y fauna silvestre – para ellos y ellas no hay personas. Ante este hecho las ideas sobre una descentralización férrea o federalismo con tintes ambientales es casi urgente, desgraciadamente, los candidatos a un curul parlamentaria o a la presidencia de gobierno ni siquiera lo pronuncian. Un país como Perú es imposible gobernar “centralistamente”, los gobiernos pierden legitimidad. Es necesario, que el poder pierda el centro a favor de las regiones para una buena gobernanza. Por todo esto llama la atención que un actor de Hollywood, apenas unas horas con el premio de estatuilla dorada del “Oscar” en la mano, se pronunciara sobre el derrame de petróleo ocurrido hace unos días en la Selva norte de Perú. Un pata como Leonardo DiCaprio que está en Los Ángeles, Estados Unidos, es mucho más sensible que muchos peruanos que cantan el himno nacional todos los días y hacen un popurrí de valses bien peruanos en cada reunión de patas. Es de agradecer que DiCaprio preste atención a ese grave agravio hacia la floresta, mientras nuestro Nobel de Literatura sigue haciendo historia, por estos días, en el papel cuché.