Las inauguraciones de obras públicas en época de campaña electoral no son tercermundistas. Los políticos y políticas están cortados por la misma tijera y quizás el mismo sastre. Aquí en la península, propios y extraños corren a toda velocidad a inaugurar obras antes que venza el plazo, que importan si están o no están terminadas, hay que inaugurar es la consigna (sean de derechas o de izquierdas). Es la fiebre, moda porqué más allá de esa fecha no se podrá bendecir obras. Por ello, entre ahogos y apremios se bendicen hospitales cuando solo hay maquetas, se inauguran aeropuertos que no tienen licencias y el político al bendecirlo señalaba que por sus pistas de aterrizaje pueden caminar las personas ¿? O piscinas sin agua. Estaciones de trenes fantasmas. Que tremendo. Es el mundo patas arriba. Hay hospitales que se han inaugurado hasta cinco o diez veces, esta mala práctica política sabe mucho a las de las repúblicas bananeras que tanto repudian ¿en qué han cambiado supuestamente estos políticos del norte?