Es digno de un estudio la posibilidad de aguante de todos. Pacientes, periodistas, comensales, autoridades. Con aquello de las obras que se anuncian, se prometen y nunca se inauguran porque, simplemente, no existen. Solo una rápida mirada a la historia local nos topará con una relación fantasiosa y novelesca que, ojo, no es exclusividad de los iquiteños sino que se observa en cualquier parte del mundo. Tanto así que historias semejantes han provocado, incluso, allá por el año 1982 que el Premio Nobel Gabriel García Márquez las abordará en su discurso en Estocolmo para explicar lo real maravillo que se vive en nuestras tierras.

Por ejemplo, la carretera Iquitos Nauta tuvo que esperar más de sesenta años para que las autoridades de turno la concluyeran. Fue por los años 40 del siglo pasado que unos pobladores nautinos redactaron un memorial con esta petición y con un bosquejo del trayecto. Luego de años encargaron a los militares la obra y la hicieron tarde y mal. Hasta que en la década del 90 los civiles –con participación de los militares- la concluyeron a duras penas. Hoy nadie discute la importancia de esa vía pero medio siglo para ello como que es un poco exageradito. ¿No?

Igual sucede con la carretera Bellavista-Mazán o, si prefieren, Bellavista-El Estrecho. Son varias décadas de promesas. Anuncios demagógicos. Hasta este abril del 2014 donde autoridades anunciaron que ya por fin se hará el primer tramo de 36 kilómetros que unirá Bellavista con Mazán y se tendrá que hacer un puente, con la participación de los militares. Nos dijeron que ya tiene viabilidad y que el presupuesto está asegurado. Vamos a ver cuánto se demoran en la ejecución. O, mejor, vamos a ver cuándo la inician. Y, doble contra sencillo, a que no cumplen los plazos y si nos ponemos pesimistas/optimistas –por la vuelta a la Presidencia de la República y por la culminación de la obra, según como se mire- no sería raro que sea Alan García quien la inaugure en su cuarto mandato (ojo que no me equivoco al decir cuarto).

Ahí está también la remodelación del Hospital Apoyo Iquitos. Desde la década del 80 anuncian su modernización y equipamiento. Fue en la era de Robinson Rivadeneira Reátegui que se dijo que ya tenía código SNIP y el inicio de la obra era inminente. Pasó ese presidente y ya van tres períodos regionales y los usuarios del HAI siguen esperando que se mejore la infraestructura. Mientras tanto, ay, los pacientes seguirán muriendo. La misma situación sucede con la remodelación del Mercado Modelo. Discursos, anuncios, asambleas, memoriales y hasta se podría colocar la primera piedra. Pero nada de la obra, pues los vendedores y compradores continuamos en el lugar en condiciones nada humanas. Quienes compran los productos tienen que esquivar la suciedad y el mal olor y quienes consumen alimentos tienen que sortear a los perros vagos y, de vez en cuando, uno que otro roedor. Hay más obras fantasmas, pero basta por hoy.

2 COMENTARIOS

  1. ¿Y qué de la carretera a Santa Clara y la calle Las Camelias? Ambas vías son de interés turístico, promoverían la visita de la población loretana y visitantes al río Nanay donde en épocas de vaciante se forman las mejores playas. Esto repuntaría la economía de la población de San Juan y el costo es el menor de los presupuestos viales. ¿Por qué no se hacen? ¿Intereses electoreros? ¿Económicos? Quienes vivimos en la zona hace años que sufrimos de inundaciones, dengue, ratas, serpientes, etc…Y hasta hemos tenido que abandonar nuestras casas por la imposibilidad de vivir y trabajar ahí.

  2. Bien Jaime, es bueno recordarles a estos mentirosos de políticos, nadie dice nada con la culminación de esta carretera Iquitos nauta y la importancia que tiene en la actualidad, claro hubo problemas de corrupción muchos pagaron condena por su osadía, el ex Presidente Fujimori les dio la confianza y se enriquecieron.

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