900-familia-small

De acuerdo con información obtenida del portal Forbes, el experto en liderazgo y autor de best-sellers de psicología Tim Elmore identifica 7 errores típicos que los padres de familia cometen durante la crianza y que les impiden a los niños ser exitosos personal y profesionalmente en su vida adulta. Debido a que los convierten en personas inseguras y limitan sus capacidades.

A continuación te mencionamos cuáles son estos 7 errores, de acuerdo con una traducción del sitio genialguru.com:

  1. No permitir a los hijos que tomen riesgos: Vivimos en un mundo lleno de peligros a cada paso, eso es un hecho. El lema “la seguridad ante todo” refuerza nuestro miedo a perder a nuestros hijos y por eso los rodeamos de cuidados en todo aspecto. Psicólogos europeos descubrieron que si los niños no juegan en la calle, si nunca se han caído y raspado las rodillas, es de esperar que en la vida adulta sufran de fobias. Los niños deben caerse varias veces para entender que eso es algo normal. Los adolescentes deben tener conflictos con sus compañeros y vivir el primer amor para adquirir estabilidad emocional, sin la que es imposible entablar relaciones interpersonales de calidad y larga duración en el futuro. Eliminar el riesgo en la vida de los niños puede dar origen a la arrogancia, la insolencia y la baja autoestima en su adultez.
  1. Correr en su ayuda demasiado pronto: La generación de jóvenes de hoy no desarrolló algunas habilidades que eran inherentes en los niños de hace 30 años. Cuando corremos a ayudar a nuestros hijos demasiado pronto y los rodeamos de “cuidado” excesivo, les quitamos la posibilidad de buscar por si mismos la salida de las situaciones difíciles. Tarde o temprano los niños se acostumbran a que alguien los salve siempre: “Si yo cometo un error o no cumplo mi meta los adultos lo arreglarán y no habrá consecuencias”. Aunque en el mundo real de los adultos las cosas pasan de una manera completamente diferente. Si eso ocurre, tus hijos podrían no ser aptos para la vida adulta.
  1. Entusiasmarse muy pronto: El movimiento para la mejora en la autoestima empezó ya en la generación de los así llamados Baby-Boomers (Aquellos nacidos entre 1946 y 1964) y para los años 80 estaba en auge en las escuelas. La regla de “Cada niño recibe su trofeo” le permite al niño sentirse especial, pero las investigaciones de psicólogos modernos muestran que ese método de estimulación tiene consecuencias imprevistas. Al cabo de algún tiempo el niño se da cuenta que las únicas personas que piensan que él es fabuloso son mamá y papá, pero no los demás y comienza a dudar de la objetiividad de los padres. Por supuesto que le gusta escuchar elogios pero entiende que a fin de cuentas no tienen nada que ver con la realidad. Con el tiempo, un niño así aprende a hacer trampa, exagerar y mentir para eludir alguna verdad incómoda, por eso no estará preparado para afrontar las dificultades en su vida de manera adecuada.
  1. Permitir que la sensación de culpa reemplace el buen comportamiento: Tu hijo no necesariamente debe amarte cada minuto. En su vida él o ella tendrá que superar muchas adversidades, y el ser mimado puede impedirle hacerlo; por eso no hay nada de malo en decirle “no» y “ahora no”, para que aprenda a luchar por lo que quiere y lo que necesita. Si en la familia hay varios niños con mucha frecuencia los padres piensan que no es justo premiar a uno y no a los demás, Pero premiarlos a todos siempre es imposible, adicionalmente al hacerlo perdemos la oportunidad de mostrarles que las recompensas son el fruto del esfuerzo y las buenas acciones.