CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

Este virus, que es un arbovirus perteneciente al género flavivirus,  se identificó por primera vez en 1947, en los bosques de Zika, en Uganda, en un mono Rhesus cuando se realizaban estudios acerca de la transmisión de la fiebre amarilla.

La infección por el virus de Zika es causada por la picadura de mosquitos infectados, del género Aedes aegypti, el mismo que transmite el dengue,  la chikungunya y la fiebre amarilla.

Los síntomas más comunes son fiebre no muy alta  y exantema (erupción en la piel o sarpullido). Suele acompañarse de conjuntivitis, dolor muscular o en las articulaciones, con un malestar general que comienza pocos días después de haber contraído la infección y suelen durar entre 2 a 7 días.

Una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas de la enfermedad que son usualmente leves, siendo similares a los del dengue o del chikungunya,  pero algunos datos nos pueden ayudar a diferenciarlas:

El dengue presenta fiebre habitualmente más alta, así como dolores musculares más fuertes. Puede complicarse cuando cae la fiebre y se debe prestar atención a los signos de alarma como el sangrado, pudiendo ser mortal en casos severos.

El chikungunya, además de presentar fiebre más alta, el dolor de las articulaciones es más intenso y afecta manos, pies, rodillas, espalda y puede llegar a incapacitar a las personas para caminar y realizar acciones tan sencillas como abrir una botella de agua o ponerse los zapatos.

En el zika la fiebre y los dolores musculares son más leves, pero en la mayoría de los pacientes se observan los exantemas en la piel y conjuntivitis.

A veces la diferencia entre estas enfermedades es tan fina y difícil que no nos permite tener el diagnóstico, sino algunos días después al realizar pruebas serológicas.

El tratamiento consiste en aliviar los síntomas que causen molestias al paciente. Para evitar la deshidratación se recomienda  guardar reposo y tomar abundante agua. No hay una vacuna o medicamento específico.

La prevención es básica y se debe orientar en reducir las poblaciones de mosquitos y evitar las picaduras, que suelen ocurrir principalmente durante el día. Con la eliminación y el control de los criaderos del mosquito Aedes Aegypti, disminuyen las posibilidades de que se transmita el zika, el chikungunya y el dengue. Para eliminar y controlar al mosquito se recomienda evitar acumular el agua en los recipientes tales como macetas, botellas u otros que puedan retener agua, evitando que se conviertan en criaderos de mosquitos. Se deben tapar los tanques o depósitos de agua de uso doméstico para que no entre el mosquito. No se debe acumular basura y al desecharla hacerlo en bolsas plásticas cerradas. Destapar los desagües que pueden dejar el agua estancada. Colocar mallas o en ventanas y puertas para evitar que los mosquitos penetren en los interiores.

Para evitar la picadura del mosquito se recomienda cubrir la piel expuesta con camisas de manga larga, pantalones y sombreros.  Usar repelentes y dormir en lugares que estén protegidos con mosquiteros.

En un brote reciente de zika en el Brasil se han observado complicaciones neurológicas y auto inmunes, pero de aparición muy rara. Lo que preocupa es el aumento de casos de microcefalia en recién nacidos y se han relacionado con mujeres que habrían contraído la infección durante el embarazo. En algunos países se ha recomendado que mujeres que viven en zonas donde hay zika eviten el embarazo y que las mujeres en edad fértil no viajen a lugares donde exista lea epidemia, aunque la asociación a microcefalia todavía no está comprobada.