El viejo saurio vuelve otra vez

Por Miguel DONAYRE PINEDO

Se observa con preocupación cierta tendencia en los medios de comunicación de Lima en satanizar los conflictos sociales, más aún si estos son mineros. Esa imagen de orden, de jardines simétricos y que nadie proteste muestra el lado más autoritario [y racista] de este sector de opinión, y lo peor es que enrostran a quienes impugnan ese país “sosegado”, están contra el progreso del país. Me parece que cualquier campesino, campesina, líderes indígenas o federación que proteste por sus recursos naturales hay que escucharle, ellos y ellas también quieren el progreso para el país [recordemos que ante el tesón y la constancia de un grupo de mujeres en Ayacucho se investigó a miles de personas desaparecidas en el período del conflicto interno armado contra Sendero Luminoso, mientras que esos medios de comunicación ocultaban las cifras de muertos y justificaban el uso desproporcionado de la fuerza]. No estamos en un cuartel militar, vivimos en un país diverso y plural, desigual, esos son nuestros retos.  Un ciudadano o ciudadana, salvo prueba en contrario, quiere el bienestar de todos, no es mezquino en esos intereses comunes. Quiere a esas tierras como cualquiera que se identifique con Perú. Un claro ejemplo de esa direccionada animadversión  es Conga en Cajamarca y los Estudios de Impacto Ambiental (EIA). Hay la intención de hacer primar uno de los EIA y no los otros posibles. De partida, así no se solucionan los conflictos sociales.