Andrea Todde
Escritora y escolar

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¿Como describiría el sentimiento de leer? Diría que leer es libertad. Libertad de escoger cualquier historia y sumergirse en ella. El único requerimiento para hacer esto es encontrar un libro que nos atrape, ya sea por su conflicto o sus personajes.

Cuando tenía once años, y estaba leyendo Harry Potter por primera vez, sentía que aquella historia como mágica. Estaba allí, presenciando todo lo ocurrido. Era un sentimiento increíble.

Por desgracia hoy, la mayoría de los chicos no pueden tener esa experiencia. Debido no solo a un factor, sino, a varios que se cruzan entre ellos.

El colegio, por ejemplo, que aunque es importante, muchas veces recibimos en él recomendaciones que nos alejan un poco más de la lectura, pues en la mayoría de los casos  nos sugieren la lectura de pesados libros de historia, en su  mayoría aburridos. Sería entonces, diferente si nos recomendaran  libros que nos envuelvan  en la magia e ilusión, y que por supuesto, nos inviten a seguir leyendo.

Otra cosa que hacen los colegios es darles a los alumnos muchas tareas. Muchas de las cuales restan tiempo para leer. Además de ello un factor importante  a tomar en cuenta es la tecnología.

No voy a decir que la tecnología en sí es culpable, ya que yo leo en mi celular por IBooks todo el tiempo, con lo que he  llegado a comprobar que  si uno quiere leer puede encontrar maneras de hacerlo en cualquier hora y lugar.  Sin embargo la realidad es que aunque un adolescente no tenga tareas, jugar con su IPad o ver la televisión le van a resultar  más tentador que sentarse a leer.

Creo que esto se debe a que ver la televisión o jugar un juego electrónico es mas fácil y requiere menos trabajo mental que leer, y los humanos casi siempre escogemos lo mas fácil.

También vivimos en una sociedad en la que tener un montón de tecnología en nuestras vidas, nos ayudan a ser más aceptados. Un niño con un IPhone es «cool» mientras un niño que lee mucho es un «nerd», y un buen candidato para ser molestado en el recreo.

Por último, los padres. En mi experiencia, he oído a montones de padres quejarse de que sus hijos no leen y están con sus celulares todo el día, pero nunca se preguntan si quizás aquello es parcialmente su culpa.

Todos sabemos que los niños pequeños solo aspiran a ser como sus padres y copian todo los que los ven hacer. ¿Qué creen que harán sus hijos si los ven trabajando en sus computadoras y hablando por teléfono todo el día? Es muy fácil quejarse de los hábitos de sus hijos sin cambiar los suyos propios, y como dije, a los humanos nos encanta lo menos complicado.

Creo que si un niño crece en una familia que lee, es bastante probable que acabe siendo un gran lector también.

Por lo cual si todos hiciéramos un par de cambios en nuestra conducta, podríamos cambiar nuestra ciudad y nuestro país para volverlo todavía más rico en literatura.