En su abundante hoja de ruta el movedizo, turístico y peregrinante  alcalde de Maynas ha vuelto a sumar su envidiable kilometraje, sus aladas horas de vuelo, sus días alejados de su trabajo.   A diferencia de otras epopeyas viajeras, otras andanzas lejanas, que nadie sabe si han rendido sus frutos, esta vez parte como pedigüeño inoportuno, como pordiosero sin recursos ediles, como mendigo que no goza de un alto cargo con presupuesto mensual. ¿No hay acaso dinero en las arcas consistoriales para las emergencias, los desastres, las desgracias?  ¿Qué clase de absurdo es eso de ir a Estados Unidos a traer donaciones para atender a los afectados por la presente inundación?  

¿No puede el viajante delegar funciones, enviar a un emisario a cargar los obsequios embalados? ¿Por qué se sigue marchando mientras  por acanga las papas y los camotes queman? ¿Huye acaso de los reclamos de la gente que espera el prometido puesto edil hecho durante su campaña? ¿Huye de las tantas aguas desatadas, anegantes? ¿Huye de las batallas campales, de los alquileres sospechosos?  El animoso burgomaestre de Maynas, con tanto boleto de viaje en su haber,  es ya licenciado no por estudios ni cartones sino por las licencias que obtiene a cada rato para marcharse. Entre licencia y licencia y licencia ya ha acumulado una buena cantidad de tiempo fuera de su centro de trabajo. 

En la abundante cartografía viajera  del aludido lo único destacable hasta ahora es la visita al zoológico de  Loja. No es broma ni burla.  Una de las ciencias del futuro, la animalofía,  indica que debemos reconsiderar nuestras opiniones sobre los de cuatro patas. Es inoportuno que el alcalde se siga yendo. Apenas regresa ya está anunciando una nueva salida. Gobernar no es marcharse fuera de la sede.   ¿Quién maneja entonces la casa edil?

2 COMENTARIOS

  1. A excepción de Pro y contra, se nota demasida «tolerancia» de la mayoría de medios de comunicación que antes se caracterizaban por apuntalar contra cualquier equivocación de las autoridades. ¿Están ciegos, se hacen de la vista gorda? Porque los cuatro alcaldes y en especial el provincial están trabajando muy mal.

  2. A nadia extraña las extravagancias en la vida bacana del hoy alcalde, por todo eso se fue a parar en Guayabanba como sonsecuencia de los actos desonestos cometidos cuando era burgomaestre de Punchanino…..sera cierto que la seguridad de Charles esta compuesto de jovenzuelos que estan entre los 17 y 20 años de edad? solo me pregunto por que eso dicen por ahi las malas lenguas o es que se cree un Agustin Mantilla?

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