El porvenir del libro

La remota biblioteca de la misión de La Laguna fue uno de los primeros centros del libro en el bosque. El censo que se hizo entonces indicaba más de 400 títulos dispersos en sus estantes, entre los cuales figuraban obras de don Miguel de Cervantes, don Francisco de Quevedo y otros autores edificantes, moralistas y religiosos, olvidados ahora. Esa biblioteca no pudo irradiar el conocimiento como debió ser porque durante el destierro de los jesuitas, el superior de esa falange misionera ordenó la quema de ejemplares. En la hoguera de ese tiempo se hicieron cenizas más que libros. Se achicharraron los apuntes, los inéditos, los papeles varios, de tantos misioneros. Es decir, el fuego y la estupidez de un religioso acabaron con testimonios invalorables de nuestro pasado.

El incendio ordenado por el desquiciado jesuita perdura hasta ahora en esta maraña, donde la biblioteca no es una institución cívica sino un local que atiende a eventuales lectores. La biblioteca de Alejandría, antes de arder para siempre, alcanzó los 500 mil ejemplares. La biblioteca de Toledo cuenta en el presente con 250 mil libros, la biblioteca del Convento de Ocopa impresiona con más de 30 mil libros distribuidos en un perfecto rectángulo visible. En estos verdes bosques la biblioteca más importante, la Amazónica, atiende en la tarde como si leer fuera ojear un libro o verificar los prólogos, los índices. Es decir, andamos dentro del nocivo incendio colonial. Pero pese a todo ello el libro tiene futuro en estos pastos de tantos burros.

El optimismo no nos viene del cielo. Basta estar un par de minutos en la Sala de Conferencias del emblemático Colegio Nacional de Iquitos, donde ayer miércoles Tierra nueva presentó a uno de sus autores, Juan Carlos Galeano, con su libro “Cuentos amazónicos”, para sentir el entusiasmo de los alumnos y alumnas. El entusiasmo, esa sabiduría, es la respuesta más contundente hasta ahora a un proyecto de lectura que está naciendo  con buenos augurios.

1 COMENTARIO

  1. Con el debido respeto, solicito traigan esta obra a la feria del libro que se inicia este mes en Lima.
    gracias

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