Al papa Francisco le llovieron críticas la pasada semana por no haber mencionado durante su viaje por Myanmar a los rohingyas, una etnia minoritaria en ese país a la que el gobierno le niega la ciudadanía.

No fue hasta su viaje de vuelta de su gira por Asia este domingo que el pontífice explicó la razón de la omisión a los periodistas que estaban con él en el avión.

«Si hubiera usado esa palabra en un discurso oficial, hubiera dado un portazo«, aseguró. «Ellos ya sabían lo que pienso».

El término rohingya designa a un pueblo sin Estado que ha sufrido marginación y persecución durante décadas.

Myanmar no los reconoce como etnia de ese país, sino que los considera inmigrantes del vecino Bangladesh pese a que llevan mucho tiempo en su territorio.