Por: Gerald Rodríguez. N

Pues sí, nuestro país parece no tener memoria, o la poca que tiene la intentan quitar. ¿En qué pensamos cuando decimos Sendero Luminoso, Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, Colina, muertos de la cantuta, Lucanamarca, Pativilca, etc.? Pues en la peor época que le tocó vivir al país, pero en medio de la corrupción, el ataque de Sendero Luminoso, también se encuentran la muerte de gente inocente, ya sea por el lado del terrorismo, o del grupo paramilitar y las Fuerzas Armadas. La paranoia del terrorismo de los 90, sin táctica ni inteligencia, les llevó a cometer abusos y excesos, pero nadie quiere reconocer, ninguno de los culpables habla, mientras que el país sangra a pesar de la reconciliación.

El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), justamente hace función a su nombre, a mantener viva la memoria de un país que nunca debe olvidar quiénes fueron los causantes que desarmaron al país en un rompecabezas de horrores y desgracias nunca antes vista en una lucha armada interna. Además de eso, la improvisación con que se hacían las investigaciones, y la maldad con que actuaban las Fuerzas Armadas, en contra de los propios pobladores peruano, creyendo que eran terroristas, porque simplemente lo creían que eran, sumó la desgracia al país.  Este lugar es para conocer, debatir, refrescar, conmemorar, y decir la verdad de quienes fueron los culpables de la muerte de gente inocente, y también para reflexionar. Pero siempre estaremos llegando a ese punto de quiebre, donde un grupo de locos quieren llegar al poder mediante las armas, porque el Perú seguirá siendo eso, un país desigual, donde ni siquiera las migajas llegan a los lugares más pobres, porque en el Perú la repartija está primero en el Ejecutivo, en el Legislativo y en el gasto público. Pero nos hemos preguntado, ¿por qué nació Sendero Luminoso?, ¿por qué la subida de los precios de los artículos básico de primera necesidad, y del combustible que lo deben sufrir y pagar el país entero?, ¿por qué los sueldos de los ministros y de los funcionarios públicos deben ser mayores a los de los obreros? Todas estas desigualdades siempre serán razones para que el terrorismo vuelva a aparecer tantas veces, como lobo o vestido de abuelita, para buscar una sola cosa, derrocar el poder, quebrar la democracia e implantar, no la dictadura del pueblo, sino la dictadura de unos maniacos de poder, locos por gobernar sin saber el más mínimo concepto de gobernabilidad. Eso nos espera con un congreso que prioriza televisores y frio bares, y mientras un pueblo sufre de anemia en su gran mayoría y la educación cada vez es pésima.

Cuántas más LUM tendremos con gobiernos así, cuántas más salas inauguraremos con políticos que solo quieren hacer un buen faenón, cuántas salas más no llenaremos con las muertes que han de ser ocasionadas por grupos terroristas, por paramilitares o por las Fuerzas Armadas, porque al parecer en el Perú la vida del peruano no cuesta nada, más que unas cuantas balas, unos martillos, unas hachas, o unos cuantos litros de gasolinas y un par de fósforos.