Este vocablo procede del latín “hymen” y a su vez del griego “υμην” (hymēn) que quiere decir membrana. En la mitología griega Himeneo, también llamado Himen, era un dios de las ceremonias de matrimonio, inspirador de las fiestas y las canciones. Himeneo es también un género de poesía lírica griega cantada durante la procesión de la novia a la casa del novio en la que se apelaba al dios.

El himen es una membrana delgada y frágil de tejido incompleto que rodea o cubre parcialmente la apertura vaginal externa. Forma parte de la vulva, o genitales exteriores, y es similar en estructura a la vagina. Es un tabique membranoso, algo rígido formado por tejido conectivo firme y cubierto a ambos lados por un epitelio escamoso estratificado, que en la mujer virgen oculta parcialmente al orificio vaginal. Entre las 2 superficies mucosas del himen hay una lámina de tejido conjuntivo denso bien desarrollada, provisto de abundantes vasos sanguíneos; frecuentemente tiene forma anular o semilunar, pero puede ser cribiforme, como un colador que tiene varios pequeños agujeros.

La morfología externa del himen de la mujer adulta, puede variar extraordinariamente, siendo lo habitual que tenga forma anular con un orificio más o menos redondeado en su centro. Al separar los labios se aprecia una excavación, que es el vestíbulo. En él se encuentra el orificio vaginal y por delante de este el meato urinario. Con la actividad sexual y partos los desgarros del himen dejan unas carnosidades que se observan en el introito conocido como carúnculas mirtiformes o himenales; restos, que han sido considerados erróneamente como demostración de pérdida de la virginidad.

Los efectos de las relaciones sexuales y el parto en el himen son variados. Si el himen es lo suficientemente elástico, puede volver a casi su condición original. En otros casos, puede haber restos ya descritos, o puede desaparecer completamente tras penetraciones seguidas. El himen puede ser lacerado por una enfermedad, lesión, examen médico, masturbación o ejercicio físico.

No se ha descrito ninguna función biológica que sea importante, aunque históricamente y en algunas sociedades su presencia es una prueba irrefutable de la virginidad de la mujer, a pesar de que no sea una prueba sólida, ya que el himen puede romperse o perforarse a una edad temprana e incluso existen mujeres que nacen sin él.

Además la penetración no siempre lo rompe, ya que puede ser una membrana distensible, llevando esto, muchas veces a problemas médicos legales.

Himen complaciente himen dilatable o himen dilatado es aquel tipo de himen que se caracteriza porque el tejido que lo constituye contiene gran cantidad de fibras elásticas, lo cual lo hace distensible. En el examen médico se nota un himen que permite ver un orificio amplio generalmente mayor de 2.5cm pero que además tenga las paredes distensibles, esto se comprueba con maniobras que las realiza el médico especialista, generalmente ginecólogo o médico legista. Esta característica del himen impide que durante el acto sexual se desgarre, es decir que se produzca la desfloración del himen. Entonces ¿Qué pasa si una mujer virgen sufre un asalto sexual y al examen médico se encuentra un himen complaciente? En ese caso el médico debe necesariamente tomar una muestra de contenido vaginal para búsqueda de restos de semen o líquido seminal, que sería la única manera de confirmar el testimonio de abuso sexual de la mujer.

Se puede escribir mucho sobre este tema pero el espacio queda corto. La moraleja es que toda madre debe llevar a su hija adolescente a una consulta ginecológica, para que el profesional, entre otras cosas, le explique el tipo de himen que tiene y sepa, en el futuro, a que atenerse.