Guerra contra el ruido

El andariego Antonio Raymondi notició el momento exacto en que el ruido se instaló en Iquitos. El sabio italiano gozó con las estridencias de las máquinas venidas desde lejos. Su placer y su optimismo fueron tan exagerados que no se fijó en la desaparición de los cantos de las aves y las otras voces de la naturaleza; tampoco sospechó que el ruido se incrementaría con los años y se volvería un insufrible infierno. Después, hacia 1945, un anónimo periodista declaró la guerra frontal a un burdo, torpe y ridículo objeto que causaba estragos entre los habitantes de ese entonces: la bocina o claxon de los autos. Esa tontería era entonces todo el mal contra los oídos ciudadanos.

El olvidado periodista sabía ya que el ruido era dañino para la salud y el normal destino diario de los pobladores: sostuvo que tanta bulla producía neurastenia, y propuso que las estridentes bocinas se callaran en las noches, para facilitar el reposo necesario y el reparador sueño. Nadie le hizo caso. Ni siquiera se tomó alguna medida contra ese monstruoso objeto que nadie sabe para qué cuernos sirve realmente. En ese instante, hace 65 años, se perdió la batalla contra el ruido. Se perdió sin gloria y en el presente la bocina vehicular se ha incrementado, con las motos y motocarros.

Hoy el claxon es  apenas una mínima parte del todo ruidoso en Iquitos, donde se libra una batalla contra ese mal feroz. Después de 15 minutos de silencio forzado en la ciudad, la lucha contra el ruido infernal de cada segundo y cada día, es todavía incipiente, intermitente y sin garantía de victoria final. Porque, al parecer, una buena cantidad de ciudadanos no gusta del silencio. Prefiere la brutalidad del ruido que le perjudica directamente. ¿Cómo entender esa obsesión por la estridencia, la bulla, el nefasto ruido?

1 COMENTARIO

  1. Lima,30/10/2010

    Pro y Contra.-

    El claxón criminal, es así, porque destroza la vida,al no haber tranquilidad,las ciudades desaparecen, las enfermedades coronarias aumentan,el sistema nervioso colapsa.

    Este lumpe,del claxón no respeta escuelas, colegios, academias, Universidades, Hospitales, clinicas,se ha instalado la anomia en nuesto pais.

    En la cara de la policia revientan el claxon, NO HAY AUTORIDAD, los ciudadanos debemos organizarnos contra este crimen.

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