Ministro en las nubes 

El señor Pedro Sánchez, Ministro de Energía y Minas de este mal gobierno, parece que ha arrendado una finca en las alturas de las nubes. En esa elevación, rodeado de formas esquivas y efímeras, parece vivir cómodamente, disfrutando de la distancia, entreteniéndose con los sucesos de allá, abajo, en la movida tierra peruana. No podemos decir otra cosa de tan equivocado funcionario. Acaba de declarar, muy campante y muy optimista, que en 10 días se acabará el asunto del derrame petrolero en el vertiginoso Marañón. Algo absolutamente imposible. Porque el oro negro diseminado en un río tarda años en desaparecer. No se trata sólo de limpiar la superficie como se viene haciendo. Se trata de evitar que los otros componentes del petróleo, aquellos que llegan hasta el cauce, no contaminen la vida acuática.

El señor ministro de este segundo gobierno aprista, desde su alejado alojamiento, desde su nube interestelar, no puede tratar de minimizar un hecho lamentable, ni puede restar importancia a los verdaderos costos de la tragedia. Porque es irresponsable de su parte, porque revela una ignorancia clamorosa de los verdaderos costos de esa desgracia que se ensaña contra esos compatriotas que apenas pueden defenderse, como dijimos ayer.  En vez de andar declarando torpezas sobre plazos y términos que en la realidad no existen, el ministro de las alturas debería tomar cartas en el asunto con seriedad.

Entonces, el señor Pedro Sánchez, descendería de esas nubes viajeras para preguntar a la empresa Pluspetrol si tiene un plan de contingencia para casos de derrame de petróleo en cualquiera de los ríos amazónicos. La misma pregunta se hace el señor Luis Campos Baca, presidente del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana. La misma pregunta nos hacemos nosotros. La misma pregunta se hacen las víctimas, y con mayor razón. De existir ese plan, con toda seguridad, no habla de escasos diez días como tope para acabar con los desmanes petroleros como, muy campante y muy optimista, declaró el funcionario desde su villa ubicada entre las nubes.