La violencia de todos los días

Los candidatos de ahora están más preocupados en mandar pintar las paredes con sus nombres y las siglas de sus partidos, a besar en la boca a sus electoras, a rifar algún animal encebado, a repartir calendarios, a regalar pelotas para la práctica del fútbol dominical, a financiar parrandas con exceso de licor y, en tantos casos, a decir un par de burradas.  No parecen muy preocupados en solucionar los viejos y agobiantes problemas que nos acosan como una maldición del infierno verde. Nadie, por ejemplo, dice nada sobre el temible, feroz y mortal ruido de todos los días y las noches nuestras. Nadie,  tampoco,  se refiere a la ciudad cada vez más violenta que está ante nosotros. Nadie, por supuesto, dice cómo va a erradicar el asalto, el robo y hasta el secuestro.

Las reflexiones anteriores vienen al caso debido a una conferencia realizada en la Cámara de Comercio,  denominada Seguridad de Personas: medidas preventivas para evitar ser víctima de la violencia delincuencial. La conferencia estuvo dictada por el experto Víctor Casuso del Aguila.  Y después de escuchar la ponencia, con sus datos, sus cifras y sus conclusiones, quedamos  asombrados de la magnitud del problema, de lo lejos que estamos de una posible solución. Un solo alcance puede ilustrar al lector: para una población de 100 mil habitantes son necesarios  266 policías,   debidamente preparados y armados para enfrentar al enemigo. De acuerdo a esa cifra, el Iquitos de hoy, de este momento, requiere algo así como 1800 servidores de la ley. El resto son estrategias de seguridad de la población y otros factores que requieren de estudios previos para una mayor eficacia. 

Entonces, la violencia nuestra de cada día, hecho que se incrementa con una serie de nuevos delitos,  como el secuestro de motos para cobrar un rescate, no es un tema ligero cuya solución se puede postergar indefinidamente. Como hasta ahora. No,  la violencia de todos los días es un grave flagelo que se expande conforme crece la ciudad. Ese tema, tan importante para la comunidad,  no aparece por ningún lado en los planes de gobierno de estos candidatos. Como si no existiera. Como si fuera a desaparecer en cualquier momento. Nos parece que es el momento para que los candidatos nos digan cómo van a solucionar ese flagelo.  ¿Qué hará el besuqueador inoportuno para evitar las agresiones de la delincuencia en caso de conquistar el poder edil de Maynas?