Libros en Lima

En el imaginario de esta ciudad de pocas bibliotecas y escasos lectores no estaba descrito que, andando los tiempos,  iba a surgir una empresa editorial y su apuesta por un porvenir distinto al del cauchero reconvertido, del mercachifle  fenicio, del vendedor de baratijas. Pero así es. Tierra Nueva, en su decidido cronograma de exportación de obras publicadas en sus talleres, no se detiene. Después de haber participado en la feria libresca de Guayaquil, enrumba hacia la capital incaica de virreyes y alabarderos. En su agenda de expansión y de difusión de los valores culturales,  figura la presentación de tres obras publicadas recientemente.

Entonces, en la XV Feria Internacional del Libro de Lima, se presentarán la segunda edición de Lo que no veo en visiones, de la poetisa Ana Varela Tafur: La palabra del mudo, de Jorge Coaguila y la segunda edición de El linaje de los orígenes. La historia desconocida de los Iquito. Percy Vílchez Vela. Esta ciudad aislada, de más bares que bibliotecas, de más salas de baile que lectores,  no sólo es divertida factoría  de parrandas y francachelas, de bingos callejeros y desvergonzada exhibición de  políticos de tres por cuatro. Es también un lugar donde, contra todo optimismo fácil, contra todo desaliento atroz, hay gentes que apuestan por la cultura.

Cultura es la vida, es probablemente la mejor definición que hemos encontrado sobre esa palabra tan mencionada por los unos y los otros. Esa riqueza es, hoy por hoy, el más claro indicio de progreso.  Es posible entonces imaginar, sin caer en la demencia,  un mejor porvenir para los que vienen, donde el libro no sea un personaje de segunda mano,   la biblioteca un espacio vacío y donde la comprensión de lectura no sea una deficiencia clamorosa. Soñar no cuesta ni un céntimo, después de todo.