POR CUATRO “FALTAS GRAVES”,

«Si hoy me remueven, el próximo a nombrar no les garantiza que luche frontalmente contra la corrupción, como lo hace esta gestión. Les aseguro que el que viene se hará de la vista gorda con los megaproyectos que hoy revisamos como ninguna otra gestión», consideró.

El contralor Edgar Alarcón no pudo evitar su remoción. La Comisión Permanente del Congreso aprobó el informe del grupo dirigido por Marco Arana (Frente Amplio) que recomendó su separación del órgano de control por cuatro “faltas graves”, una de ellas la supuesta “coacción” al auditor Walter Grados, quien lo denunció por la compraventa de autos de lujo.

El informe fue aprobado por mayoría en la Comisión Permanente., con la única abstención del congresista fujimorista Bienvenido Ramírez.

Durante su presentación en el hemiciclo, Edgar Alarcón dijo ser víctima de “ataques masivos” en los medios de comunicación e indicó que si el Gobierno hubiese obtenido la “luz verde” para la adenda del contrato aeropuerto internacional de Chinchero (Cusco), él no estaría en una situación complicada.

También afirmó que durante cinco semanas ha sido “cortina de humo” de “malas obras, de soldados muertos en la playa” y de la paralización en la economía.

Edgar Alarcón negó, una vez más, que él haya grabado las conversaciones que sostuvo con el jefe del Gabinete Ministerial, Fernando Zavala, y los ex ministros Martín Vizcarra (Transportes y Comunicaciones) y Alfredo Thorne (Economía y Finanzas). «Yo no grabo, no es mi costumbre. Esa actividad se da en este Gobierno», refirió.

Sin embargo, su abogado, Humberto Abanto, señaló que si su cliente hubiese grabado, estas “serían legítimas”.

El saliente contralor sostuvo que, de ser removido de su cargo, su reemplazo no garantizará una lucha frontal contra la corrupción.