Desnutrición
La búsqueda en la maraña del carbunclo, el perro legendario con una estrella en la frente, puede ser algo poético, novelesco, pero en términos reales es un desastre pues condena a una búsqueda estéril de algo que no existe. Y pensar que algunos castellanos venían al bosque a buscar a ese can formidable. Nunca lo encontraron y uno imaginó el tiempo y el dinero que perdieron en esas gestiones. El error forastero respecto a la maraña se ha repetido siempre y llega hasta nuestros días. Tanto que puede hasta agarrar a la reciente visita del actual mandatario y sus ministros, sus funcionarios, sus asesores y el billete de lotería.
En uno de sus encendidos discursos, el retirado comandante erró al decir que el arquitecto fierrero, Eiffel, anduvo por Iquitos. Erró en otras cosas que no es el caso de repetir aquí, porque sería hacer coro a las gritas de esa oposición sin destino. Pero lo que no se puede callar es lo que dijo en lo referente al incremento de la desnutrición. Lo dijo en Quistococha y el Decano del Colegio Médico, Luis Celis Escudero, declara en esta edición que él tiene otras cifras oficiales sobre ese espinoso asunto. Cifras que no concuerdan con el dato del retirado comandante. El que está mejor informado sobre ese rubro es, desde luego, el profesional de la salud. No es que estemos bien, pero no estamos tan mal en desnutrición.
Nos parece muy bien que venga el billete a raudales. Estamos a favor de que el gabinete ministerial sesione por acanga, aunque sea en Masusa. Anhelamos que abunden más proyectos para que la torta del Ejecutivo siga goteando sobre estos pastos. Pero no estaría mal que los asesores de Ollanta Humala le informen mejor sobre la selva del Perú.
No hay ningún error forastero mi estimado Percy. Es simple, es el médico el que está perdido en la estadística, lo que no desmerece por cierto su profesionalismo como médico.
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