Desiguales en medio del charco

Por Miguel DONAYRE PINEDO

Los procesos de ajustes estructural que se aplican en Europa, o mejor dicho, en una parte [España, Portugal, Irlanda, Grecia, Italia preferentemente] de esta comunidad política [Unión Europea] tienen su símil, comparación con lo que sucedió en América Latina hace unos veinte años más o menos. La idea es despellejar al Estado de bienestar [algunos llaman a este camino reciente el Estado de malestar] que trataba de equilibrar a la ciudadanía asegurándoles acceso a la salud universal [este punto en Estados Unidos sería inconcebible, miren las angustias que atraviesa Obama], calidad de la educación, mejora de las condiciones laborales. Este proceso conlleva a que el sector privado gestione estos servicios. Hay que someterle a una dieta Dukan al Estado hasta donde se pueda. Por un burdo análisis coste/ beneficio en perjuicio de la población. No interesan las emociones [la compasión], por ejemplo, personas que no pueden pagar sus hipotecas, son embargadas y quedan literalmente en la calle. Los números son fríos a igual que las órdenes de embargo. Pagamos los que hicieron los especuladores ambiciosos con las hipotecas basuras. Esto como es natural conllevará un serio atraso en educación, salud, investigación. Es volver para atrás. Los latinoamericanos y latinoamericanas tenemos mucho que aportar a esta regresión de derechos que estamos viviendo, miremos nuestras economías que favorecen a las élites y argollas pero a los sectores populares que corren con desventajas.