En el marco del discurso neoliberal y capitalista se entiende que el libre comercio es la clave de la prosperidad general, por ser el elemento más benigno del progreso hacia una economía globalizada, es por ello que los países en vías de desarrollo deberían acogerse a esta corriente, empero como veremos a continuación la historia nos demuestra que esta afirmación es completamente errada.

Si bien durante el siglo XIX se dio el fenómeno llamado “laissez faire” o libre comercio como tal, durante el transcurso histórico los países que hoy en día conocemos como desarrollados aplicaron activamente políticas comerciales intervencionistas e industriales dirigidas a proteger y promover la industria nacional, mediante aranceles, tasas aduaneras, subsidios y otras medidas, pero a partir de la década de los 80, con el auge del neoliberalismo y el Consenso de Washington de 1989, este proteccionismo terminó para dar paso a la propagación internacional del libre comercio entre todos los países sin distinción con respecto a su etapa de desarrollo.

Por ejemplo, en Estados Unidos, que es el principal promotor de la liberación económica irrestricta, el economista Alexander Hamilton como Secretario del Tesoro de los años 1789 a 1795, presentó por primera vez la idea de protección a las industrias nacionales, fundamentando ello en que la competencia foránea y la fuerza de la costumbre harían que en Estados Unidos no se iniciaran nuevas industrias competitivas a futuro, a menos que el gobierno garantizara las potenciales pérdidas iniciales.

Siguiendo el desarrollo histórico, es preciso indicar que cuando el Congreso de Estados Unidos adquirió el poder para instaurar impuestos, impuso un arancel promedio del 1% al 5% para todas las importaciones, entre 1792 y la Guerra con Gran Bretaña en 1812, se llegó a un nivel arancelario promedio de 12% y en 1816 se promulgó una ley que mantenía los aranceles en ese nivel, por lo que de ahí hasta el final de la segunda guerra mundial el nivel de los aranceles a las importaciones de Estados Unidos era uno de los más altos del mundo.

Hoy en día la brecha entre la productividad de los países en vías de desarrollo y los aranceles de los mismos es mucho mayor que las que tuvieron los países desarrollados en su época, por lo cual en la actualidad los países en vías de desarrollo necesitan aranceles mucho más altos que los usados en su momento por los ya desarrollados; empero la realidad es distinta, pues los niveles arancelarios son sustancialmente bajos y por ello tras décadas de la corriente neoliberal se podría afirmar que los países en vías de desarrollo son más liberales que lo países ya desarrollados en su tiempo. (Ha-Joon Chang 2003).

Ante este contexto histórico que los economistas neoliberales se niegan a reconocer, el economista sur coreano Ha-Joon Chang en su trabajo titulado “Patada a la escalera: la verdadera historia del libre comercio” concluye que la historia del desarrollo de los países debe difundirse de forma correcta, a fin de que los países en vías de desarrollo puedan adoptar políticas e instituciones más apropiadas a su etapa de crecimiento y las políticas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Organismo Mundial de Comercio deberían reescribirse, de tal manera que permitan nuevos mecanismos de promoción de las industrias nacientes en estos países. (Ha-Joon Chang 2003).

Miguel Angel Rojas Rios

Abogado

Maestrando en Gobierno y Políticas Publicas

rojasr.miguel@pucp.edu.pe

BIBLIOGRAFÍA

CHANG, Ha-Joon

2003      «Patada a la escalera: la verdadera historia del libre comercio». Trabajo presentado en la conferencia sobre “Globalisation and the Myth of Free Trade”. Nueva York: New School. Traducción por José A. Tapia.