De acuerdo con un informe de una ONG inglesa señala que Perú es el cuarto país donde los activistas ambientales son altamente vulnerables o pueden ser muertos por defender sus ideas a favor de los recursos naturales ¿Nos suena los nombres y apellidos de Hitler Rojas, Edwin Chota (quien vivió en Iquitos en un tiempo de su vida), Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quintisima Meléndez y Francisco Pinedo Ramírez, Mauro Pío Peña? Son nombres de héroes anónimos que fueron muertos por asesinos en contubernio con intereses nada claros. Sus muertes revelan que somos un país no cree en el diálogo, cree en la imposición de la ideas o para acallar esas protestas usan las balas asesinas. ¿La indefensión de estos líderes ambientales es también parte de esa torpeza de marketing que llaman Marca Perú que los funcionarios peruanos en el exterior halagan sin saberlo? Un país como Perú con muchos y diferentes recursos naturales hasta ahora no ha encontrado la llave para conciliar grandes intereses como los de la población y los de la empresa. Desgraciadamente, el Estado peruano, siguiendo una inveterada mala práctica, se inclina casi siempre hacia los de la empresa. Los amazónicos y amazónicos podemos dar testimonio de ello. Como lo fue el caucho y ahora los derrames de petróleo en el aguas de los ríos amazónicos. Me produce estupor ver a un diputado por Loreto recién alegar, siempre llega tarde a las citas, sobre el mal estado del oleoducto peruano. En las denuncias de líderes indígenas en diferentes foros ningún congresista amazónico dio la cara. En el caso de Hitler Rojas se oponía a la construcción de una hidroeléctrica que perjudicaría, enormemente, al río Marañón y fue asesinado por eso. En Loreto hay un grupo de políticos que también impulsan la creación de centrales hidroeléctrica, pobre ilusos, ni siquiera toman en cuenta los efectos del cambio climático. Lamentablemente, esta megas- construcciones no es para favorecer a la población, aparentemente, es para favorecer a las empresas. Que mal vamos.