COLUMNA: PIEDRA DE SOL

 

                                                                                         

   Por: Gerald  Rodríguez. N

 

El debate organizado por el JNE del día 03 de abril, con la finalidad de que la población sepa las propuestas de los candidatos que aspiran el sillón presidencial, ver el color del tinte que se ha de pintar el futuro, ha sido más que un debate de ideas y respuesta precisas, claras y coherentes,  una contienda personal, y eso no está nada mal ya que es justo y necesario que la población sepa el pasado políticos de quienes pretenden gobernar, pero que esto ha sido más allá de inmolaciones, sacrificios políticos, venganza de antaño, una riña para que algunos no logren otra vez aquel tan ansiado sillón por un pasado que les condena hasta ahora.

El ya llamado contrincante de peso del señor Alan García, el ex ministro Fernando Oliver, dejó a un lado el discurso de propuestas para coger el discurso cargado de sentimiento de todo una parte del sector del país. Él representó lo que muchas han callado por mucho tiempo en silencio, pública mentes se puede decir que Fernando lo ha noqueado a su mayor contrincante político, cantándole, como un viejo vals, su dolor y su sentir que nunca le pudo haber dicho de la mejor forma que en público y frente a frente.

Pero no fue el único candidato a quien se le ha recordado su desastroso pasado, sino que tanto a la ex primera dama, Keiko Fujimori se le ha recordado su privilegio por haber estudiado en el extranjero gracias a la política; y a Pedro Pablo K, que dice que va a renegociar el gas que se le vende a los mejicanos a tan bajo precio, siendo él el que había estado detrás de aquélla negociaciones, estando como ministro de economía en el gobierno de Alejandro Toledo.  Las pugnas en un momento fue hasta por la constitución que nos rige, que claramente se vio quiénes quieren cambiarla y quiénes no, ya que expusieron por qué la querían cambiarla, siendo el escandalo para la prensa nacional que se escandalizaba en cada comentario de los diferentes canales del país.

Al final, el debate terminó siendo una jauría de demonios, por una parte estuvo el grupo de demonios que quieren el cambio desde el cambio de la constitución, un Estado moderno, preservador de los recursos naturales, clausuradores de la vieja política extractiva, proponiendo nuevas estrategias de hacer crecer la economía del país, en ese grupo está Verónica Mendoza y Gregorio Santos. Por otra parte están los otros demonios, lo conservadores de la constitución actual, proponen cambios, crecimiento, bajar la pobreza, mejorar la educación, atraer el capital extranjero, modernizar el país y defender el interés de las mayorías, que casi por 23 años, dicha constitución no ha hecho más que solo defender el interés de pequeños grupos, no llevando al país a ninguna modernidad en su 23 años de vigencia, que con cinco años más y con la misma constitución, nos volveremos a ver en el mismo debate, con los mismos candidatos, proponiendo cambiar dicha constitución o alegándose lo mismo, esto como una maldición de cien años de soledad para el país.