Estos días en diferentes partes del mundo muchos hombres han llorado públicamente. En castellano amazónico sipi- sipi. Así con estas lágrimas se alejan del estereotipo del macho típico y tópico de la palestra que son más, presumiblemente, racionales (pura testosterona) y las emociones lo dejan para otras personas. Aquí en la península un líder de un partido emergente ante situaciones nuevas tiende a llorar: ganó su partido y soltó una lágrima en la puerta del Parlamento, incorporó a sus filas a un viejo líder de izquierdas y soltó varias lágrimas. A veces percibo que cuando un actor en escena hace mucho gesto desvanece el momento y revienta la obra. Con este líder me parece igual, le sobran los gestos, el pata va de regalar libros y llorar, el gesto demás empaña su performance escénica. Advierto que no estoy en contra que los hombres pueden llorar públicamente. Entiendo que hay situaciones en que una lágrima hace más emotivo el momento. El personaje se humaniza. Pero hay que ser oportuno, gestionar el momento. Igual sucede con el entrenador de fútbol Pep Guardiola. Su aire fresco, progre y moderno que quiere implantar a los clubs donde entrena es contaminado por la soberbia, altivez y un ego más grande que la catedral de Yurimaguas y eso le genera millones de anticuerpos. A mi en particular Guardiola, Mourinho o cualquier otro entrenador que puede armar un equipo de fútbol a golpe de talonario desconfío de sus capacidades, me gana la duda. Así es fácil. Más mérito el Leicester de Ranieri de ganar en la Liga inglesa. Pero volvamos a Guardiola, en su último partido de la liga alemana de fútbol el entrenador de marras cuando su equipo ganó la copa alemana se puso a llorar también. A todas vistas este gesto de gimotear era puro teatro, sobraba el gesto como al líder de ese partido emergente en España. Un mal e inoportuno gesto en la escena pública puede dañar las más sanas de las intenciones.

1 COMENTARIO

  1. Promovamos la marcha contra la mafia que acecha a nuestro pais. Hoy le diremos al mundo entero NO A LA KORRUPCION. NO AL NARKOESTADO. Iquitos es tierra de gente digna, supongo que ya preparan la marcha. En Lima será una manifestacion apoteosica. Salvemos al Peru, digamos todos NO A KEIKO.

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