Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

Para todo periodista que se precie de serlo, resulta penoso y hasta vergonzoso ver involucrado a otro colega en hechos por demás antiéticos.

Esta semana se presentó unas imágenes del encargado de prensa de la municipalidad provincial de Maynas, Darwin Arévalo, en un accionar (entregando dinero a un dirigente) que ha sido calificado por algunos colegas como ilegal.

Conozco a Darwin hace ya algunos años y solo él sabe por qué se generó aquel video. No soy juez para emitir juicio alguno, pero cuando tenga la oportunidad de verlo le diré lo que pienso de esos hechos.

Las imágenes en cuestión fueron emitidas por el colega Jairo Vásquez, cuya posición, no es un secreto, es de crítica a la gestión de la alcaldesa Adela Jiménez. Otros colegas, con profesionalismo casi absoluto, han abordado el tema conociendo la versión del principal involucrado, acción que otros detractores a ultranza no lo hicieron, dejando de lado uno de los principios básicos del periodismo: tener las dos versiones.

Y también hay que decir que aquellos que destacan la gestión de la alcaldesa de Maynas, no todos por cierto, han optado por el silencio, no creo de los inocentes, para no abordar el tema. Como para recordar la frase del legendario Humberto Martínez Morosini: aquí no pasa nada.

Es decir, para algunos colegas el video en cuestión sí es noticioso y para otros no.

El video municipal generó la presencia de oficio de la fiscal Kelly Quispe, luego se conoció del ingreso de una denuncia penal al Ministerio Público. El tema ya está judicializado y habrá que esperar lo que determine las investigaciones.

Días después, la noticia fue la presencia de oficio del fiscal Johnny Neyra, en la sede del Gobierno Regional, a fin de indagar sobre la refacción del techo del auditorio, que se habría sobrevaluado.

Este hecho fue, en el caso del colega Jairo Vásquez, una “cortina de humo”, para desvirtuar lo ocurrido en Maynas. Como para decir que lo que tenga relación y afecte a la gestión de Adela Jiménez sí está bien, pero cuando se trata de la gestión de Fernando Meléndez está mal. Solo me queda decir que los televidentes, oyentes y lectores juzguen.

Y es que en este caso se escuchó, se vio denunciar, y en algunos casos asentar la cabeza en forma positiva, de que la incursión fiscal a la sede del Gobierno Regional está bien, pero cuando se dio el caso del video que involucra a Darwin Arévalo, es decir a la gestión de la provincia de Maynas, optaron por el silencio.

Así las cosas, percibo que estamos en tiempos mucho más marcados que en gestiones pasadas respecto a la posición de los periodistas, pues se aprecia a grupo de los unos (Maynas) y de los otros (GoreLoreto), o viceversa para no herir susceptibilidades, diciéndose la vela verde en muchos casos.

Pero lo que creo realmente, es que sí algo de respeto se tienen algunos colegas que aparecen en televisión, o se dejan escuchar en radio, o leer en medios impresos, es darse un tiempo para hurgar en internet sobre la ética periodista. Leer no cuesta nada. Quizá así dejemos de hacer noticia entre periodistas y miremos más allá sobre cómo realmente están, por ejemplo, las gestiones: municipales y regional.

Analicemos, por ejemplo, si lo que prometieron en campaña los actuales alcaldes y el gobernador regional se ha cumplido siquiera en un 30 por ciento. Nos daremos con el chasco, espero equivocarme, que no llegan ni al 20 por ciento del 100 por ciento de sus promesas. Ello no quiere decir que nos olvidemos de los actos de corrupción que no se deben dejar pasar.

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