Después de la tacha

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

A tacha revuelta ganancia de oportunistas

Jorge Mera

A pesar que la tacha contra Jorge Mera Ramírez aún no se ha resuelto en la última instancia, pues el recurso de revisión ante el mismo JNE determinará si “el gallito” sigue en campaña, el último fin de semana ha servido para comprobar cuánto de hipocresía existe en la política regional y cuánto de oportunismo encierran los líderes de las agrupaciones que intervienen en el proceso.

A los pocos minutos de conocerse la decisión del JNE sobre la tacha a Mera Ramírez hemos podido escuchar las más inverosímiles versiones y los más insospechados “espíritus de cuerpo”. Desde las calmadas pero irracionales reacciones del aliado del gallito, Dante Perea Mori, quien llegó a decir que se trataba de un “homicidio político” con signos de criminalidad hasta las virulencias (¿flatulencias?) verbales del docente nada decente Joiner Vásquez Pinedo que llevó el tema a cuestiones morales como si se olvidara de su paso por la Presidencia del Directorio de Sedaloreto, al que accedió por un favor político del líder de Fuerza Loretana, a quien en ese entonces alababa con la misma vehemencia hipocritona con que hoy pasa la franela hacia Mera y toda su familia. El caso de Joiner es particular porque hace pocos meses (videíto de por medio) se reunía con políticos y periodistas para concretar una alianza electoral con UNIPOL que no prosperó y tuvo que cambiar la casita por el gallito demostrando su transfuguismo eterno y nada fraterno.

La movilización del fin de semana no fue de apoyo a MERA ni a Mera, la agrupación y el candidato. Tampoco de protesta contra la tacha del JNE. Fue contra quien consideran su principal opositor y, de pasito, ver si algunos votos van a sus agrupaciones. Y fue, además, un pedido casi clamoroso de endose de votos para el que no tiene capacidad el excongresista. Y todas las agrupaciones que recorrieron Iquitos lo que en el fondo desean es que la intención de voto de Mera se vaya hacia ellos. El caso más patético –por haberse hecho público- es de “Lores” que promovió una tacha similar a la que presentó el inubicable Álvarez Yumbato con el apoyo del abogado Martín Morey, seguidor del MIL. Y es que los hasta ayer opositores a Mera no se dan cuenta que el tachado no tiene mucho que endosar ni posee la capacidad para ello porque sus “votantes” no son incondicionales como no lo eran los de Kouri que emigraron hacia Susana Villarán, diametralmente opuesta en fondo y forma al candidato de “Cambio Radical”.

Y estos veinte días de campaña se teñirá de más oportunismo post tacha porque ya se sabe que “a río revuelto ganancia de pescadores”. Aunque si bien es cierto que la tacha hostilizó inicialmente el ambiente electoral ya se nota que los decibeles han disminuido y la temperatura ha bajado. Y si el JNE confirma la tacha se notará la orfandad de MERA y Mera, no porque sus eventuales aliados le hayan dado la espalda sino porque estarán más preocupados en ganar los votos que el excongresista ha perdido.