No sólo por “Relatos de un mitayero”

Ellos están contentos hoy

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Antonio Vásquez Vásquez escribió sus relatos en el diario “El Matutino” en la década del 80 y 90 y fueron esos artículos los que después dieron forma al libro “Relatos de un mitayero” cuya segunda edición es posible gracias a Tierra Nueva Editores.

Tiempo presente, señor. Nunca pasado. Porque el hecho de recordarlos para siempre ya les saca del pretérito. Porque en la familia se está siempre en contacto con los espíritus. No por gusto nos reuníamos en torno a la ouija y preguntábamos a los que no siempre están en el más allá cómo iba a quedar el partido del domingo entre CNI y el rival. “Se los pregunta pero nunca se apuesta porque eso los molesta”, repetía el más entusiasmado de los tíos, es decir Alejandro.

El abuelo Juan José está contento. El bisabuelo Juan José está contento. El padre Juan José está contento. El esposo Juan José está contento. La abuela, bisabuela, madre y esposa Natividad está contentísima. Porque una parte de la familia nos vamos a reunir en torno a una obra de Antonio. Y vamos a hacerlo no sólo como un homenaje merecido a su constancia para escribir sino porque con eso comprobamos que en la familia hay escritores, qué vaina. Y no sólo uno, sino muchos. Antonio con sus relatos, Mauro con sus poemas, Iván Enrique con su declaración de principios, Javier con su protocolo de ginecología, Eduardo con sus crucigramas tan complicados como la vida misma, Gustavo con su prosa pendenciera y pulcra, Roberto con sus alegatos jurídicos.

Este es un homenaje a la familia. A las ramas de un árbol genealógico inagotable y que el bisabuelo Juan José comenzó a hacerlo laberíntico en lo que podría llamarse la primera generación de la estirpe. Y en este homenaje el abuelo (es decir para los hijos de los hijos de la unión de Juan José y Natividad) estará presente como lo estará Jaime Humberto que radica en España y que se ha convertido en el padre mayor de todos los que nos quedamos terrenalmente sin padre. Porque si antes nos juntábamos para consultar los espíritus no dudo que hoy se juntarán para saber que nuestra estirpe no está condenada a cien años de soledad.

Porque si el libro escrito por Antonio es un recorrido por la selva, por sus animales, sus mujeres y sus aguas quiere decir que pertenece a todos los que hicieron del Marañón un destino de ida y vuelta. Pertenece a toda la familia. Porque en cada una de sus páginas algo de la vida nuestra está narrada. En los recuerdos a veces inverosímiles de nuestro gran capitán está el recorrido biográfico de quien hizo de la selva el mejor lugar para vivir. Me imagino que en las jornadas de escritura –con esa vetusta máquina de escribir que pesaba más que todos los pecados juntos de la estirpe- el tío Antonio repasaba las visiones de shapshicos y delos tunchis asustados con la misma destreza que tenía para sortear los avatares de la floresta. También me imagino que cuando escribió “la vaca que dio manchari al tigre” se habrá reído solemnemente porque no hay vaca que anualmente pariendo esté. O le imagino exhausto luego de escribir sobre su lucha con el otorongo y más exhausto aún el deber de regresar al lugar de los hechos sólo para arrancar la piel del felino. ¿Alguién puede dudar sobre el ataque de risa que le produjo escribir sobre los monos, sobretodo aquel que cabalgaba sobre un perro y que se pegó tal susto que le quitó la afición por la equitación? Porque uno lee las 169 páginas de la segunda edición de “Relatos de un mitayero” y se hace amigo del maestro Ashuco Tamabi, del huambisa Sanchuma que ya era suegro a pesar que sus hijas tenían entre tres y cinco años. Y se enamora de la chiquilla Micaela tanto o más que el propio autor y cree saborear el “masato púsuc-púsuc” que sus manos preparaban.

Así que lo de esta noche será no sólo un homenaje a la escritura (ojalá también lo fuera a la lectura) sino a los espíritus que nos darán las buenas vibras para seguir creyendo que Antonio, el gran capitán, mejor regidor, excelente futbolista e inventor de realidades que su pluma garabateaba, será recordado y leído más allá de los siglos y los siglos porque “Relatos de un mitayero” ha permitido que todos estemos presentes en torno a un libro, instrumento imprescindible en los de antes y después.

1 COMENTARIO

  1. LA POLITICA EN NUESTRA REGION:
    Sin mucha pompa, ni mucha aclamacion se puede deci que gano fuerza loretana, un Movimiento Regional; si es cierto pero no es solido, tal es el caso que ahora no tienen un cuadro para las Direcciones, dicen que Lucho Lozano esta buscando sus cuadros pero me pregunto buscando?? O es mas bien buscando los intereses personales.
    Las elleciones Presidenciales se acercan y todos comienzan a buscar sus donde mejor acomodarse, pero el «pelachito» ya hizo un pacto, es impactante como si fueran dos capos de la mafia siciliana, nada mas ni nada menos que con ALBERTO FUJIMORI, asi es…. para que se enteren y muchas otras cosa que mas adelante les comentare,…..

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