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Cuando las mujeres terminamos una relación tenemos distintas maneras de superar la ruptura y expresar las emociones que en ese momento nos invaden, desde llamarle a nuestra mejor amiga para desahogarnos y contarle lo ocurrido, hasta escuchar música triste o ver películas de amor para sacar lo que tenemos dentro, llorar tanto como lo necesitemos y hablar de nuestro ex con toda persona que se preste hasta hartarnos.

Por su parte, los hombres tienen una manera muy distinta de llevar una ruptura amorosa y de expresar sus emociones, y aunque no lo creas, ellos viven el amor tan intensamente como nosotras y sufren cuando terminan con alguien a quien amaban. A continuación te decimos ¿cómo viven los hombres sus rupturas amorosas?

  1. Lloran en privado En la cultura occidental, se le ha prohibido a los hombres llorar y mostrar sus sentimientos en público, como si el llanto fuera una expresión meramente femenina, pero esto no significa que ellos no lloren cuando terminan con una pareja, pues el llanto es una acción muy natural, sólo que lo hacen en privado.
  1. Stalkean Si creías que eras la única que stalkeaba a su ex después de una ruptura, te equivocaste, ellos también lo hacen, y vigilan hasta el último movimiento que haces, aunque de manera muy sutil, por lo que difícilmente se delatarán.
  1. Besan a todas las mujeres que pueden Con el objetivo de olvidar a su ex pareja, los hombres buscarán estar con otras mujeres, ya que no son buenos para sobrellevar la soledad y en lugar de afrontar el dolor que están sintiendo, muchas veces prefieren evadirlo con alguien más.
  1. Beben en exceso Utilizan el alcohol como otra forma de evasión a lo que están sintiendo y a la realidad. Por lo que el alcohol, la fiesta y los amigos se convierten en un escape al sentimiento de soledad que están experimentando. Una forma de olvidar y pensar menos en su ex pareja.
  1. Salen con sus amigos Además de buscar a sus amigos para desahogarse, al igual que nosotras, ellos tienden a buscar a sus amigos para evitar sentirse solos y para tener una zona de afecto en la cual refugiarse.