COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                        

   Por: Gerald  Rodríguez. N

Para ser candidato en el Perú, para gobernar esta patria conflictiva por la pobreza y los bajos salarios, se debe comenzar por tener doble nacionalidad, o un pasaporte debajo de la  manga. Por si las moscas, si algo va mal, el candidato que pueda ganar, debería renunciar desde otros lares, feliz y contento de haber mentido su nacionalidad.  Se debe ser lobista, algunos pueden trabajar y explicar de dónde sacan el dinero que utilizarán para su campaña, otros simplemente no lo pueden hacer porque para eso están los empresarios mineros, no, o está papá que gobernó y que dejó una gran herencia para la campaña, o las empresas que le dejaron ganancias corruptas en un gobierno anterior, este último para los que ya gobernaron. En algunos casos se recomienda haber ya gobernado desastrosamente ya dos veces, o simplemente haber sido parte de un gobierno, como funcionario o quizás como representante más cercano del gobierno, en este caso como una segunda dama, para que puedan tener algo de la cual le puedan criticar, golpear e insultar. Si se tiene un pasado en la política, lo mejor es hacerse el loco por lo que se hizo, y decir a hora todo lo contrario, porque los peruanos se olvidan rápido del pasado, porque no existe cura para la peste del olvido. Se debe cantar a los cuatro vientos lo que el pueblo quiere escuchar, darle al pueblo las promesas falsas, mentir es una de las principales instrucciones para ser un buen candidato. Golpear al contrincante, insultarle de extranjero, de gringo, japonesito, de mal gobernante, de servidor de las trasnacionales, sirvientes de gobiernos extranjero, es uno de los pasos que no hay que olvidar, al pueblo a la cual le hemos acostumbrado a la violencia y a la basura televisaba, siempre querrá escuchar las intimidades de los otros. Está prohibido conocer las necesidades del país a la cual se piensa gobernar, no se debe conocer su historia, su pasado, si solo es para repetirlo lo malo, solo ahí está permitido conocer algo. Los que acompañan al candidato en su plan de gobierno, está casi prohibido tener un plan, o deben ser tránsfugas, políticos incendiados por sus pasado, o que sea gente coyunturales, porque esto causa un sentimentalismo  profundo. Está prohibido decir que se es de derecha, se debe mentir que se es de izquierda aunque les de asco, el pueblo se identifica por los que levantan armas solo en discursos incendiarios.

Lo que nunca se debe dejar de hacer es de inventar bailes en los mítines populares, a la gente le gusta los candidatos bonachones, los bailarines, los que se divierten junto con el pueblo, porque solo ahí el pueblo se divertirá con el candidato, ya que si logra ganar, solo se divertirá con las ganancias que le dejarán las concesiones de empresas extranjeras corruptas con obras inacabadas o mal terminadas. Nunca se debe de dejar que los próximos operadores aparezcan en fotos, o en los mítines, puede ser un grave error que les puede costar después el mal de la baja aceptación de las estadísticas, que a decir verdad, se debe comprar o crear una empresa de sondeo para inventar siempre sus propias estadística y crear psicosociales en la población, ya que la gente vota siempre por el que va ganando. Se debe aliarse con los gobiernos regionales y locales que ayudarán económicamente a la campaña, ya que si se invierte todo los ahorros que se consiguió mediante el robo de una gestión pasada, puede ser lamentable después cuando pierdan.