Las bajas pasiones estallaron durante el debate del domingo 22 de mayo del presente año. Era las 7 de la noche cuando PPcaca, perdón, PPcausa,  se enfrentó decididamente a la hija predilecta del dictador.  El citado no quiso saber nada con formalismos, falsos respetos o simulaciones y de frente le preguntó que cuándo iba a  cerrar el Congreso o liberarle a su padre o entregar el poder a su hermano Kenyi.  En una reacción violenta, Keiko Sofia Fujimori contestó que ella no regalaba el gas a nadie, que no vendía la patria a nadie y que tampoco entregaba prebendas a petroleros mexicanos. Así las cosas era imposible que se desarrollara el debate por lo que Alberto Tejada, ex árbitro de fútbol,  hizo sonar su silbato dando por concluida la cita entre ambos candidatos.

En un ring de box amateur se decidirá esta semana quien ganará  las elecciones del 2016. En ese reducto tanto PPK como Keiko se batirán a trompadas y patadas para ver quien reemplaza al gran Ollanta Humala y sus entripados con los brasileños. Demás está  decir que las entradas están agotadas y las apuestas están reñidas. Se espera que de ese peliguado encuentro salga un verdadero presidente, dijo desde la clandestinidad Alan García Pérez. De otro escondite, el señor Joaquín Ramírez dijo que de todas maneras apostada por la garra y el pundonor de Keiko Sofia quien no se rinde nunca jamás.

Por su parte,  la bellísima Laura Bozo dijo que esperaba que del encuentro entre golpes se afiance  la candidatura de Sachi Fujimori quien no sería capaz de esterilizar a las mujeres andinas porque es madre y mujer, los cuales le ubican en una posición muy sensible, tan diferente a su padre quien no vaciló, con la decidida colaboración del doctor Aguinaga de atentar contra la vida de miles de mujeres que en ese entonces no podían defenderse.