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Cuando un ser querido, un amigo o la persona que más amas en la vida fallece o cuando usted mismo piensa en su muerte, seguro se ha hecho la pregunta; ¿Realmente existe la reencarnación?

Cuando era niño esta interrogante es más frecuente, es casi como creer si papa Noel existe y vendrá a dejarnos regalos en la navidad. Luego con el paso de los años, te vas llevando un sin número de desencantos propio de ir descubriendo varias verdades o dándote cuenta de varias mentiras. Sin embargo siempre viene a nuestro subconsciente la misma pregunta; ¿Volveré a nacer como persona,  como un animal quizás o a lo mejor una planta?

¿Me reencarnaré en el sexo opuesto? – Aunque muchos crean que esto es lo que todo gay anhela; “convertirnos en mujeres”- nada más falso.

Se imaginan tener que soportar mes a mes  el proceso de la menstruación, periodo que solo las mujeres biológicas saben soportar por casi 45 años (en el mejor de los casos), no soportaría tener entre mis pierdas un OVNI (Objeto Vaginal No Identificado) me refiero alas blancas e inmaculadas toallas higiénicas, no podría con los dolores de vientre, el mal humor y hasta los bochornos cada 28 días (que valentía de las féminas)

No quisiera reencarnarme en una mujer por que viviría siendo esclavo de las extensiones de cabello, viviría tres días a la semana en la peluquería y la manicurista, seria compradora compulsiva de zapatos de tacón alto, coleccionaría carteras y vanités de ultra moda, todos mis lápices labiales serian rojos intensos o fucsias, tendría que buscar un “auspicio” para tener las pestañas y los lentes de contacto, usaría MAC como maquillaje preferido, mis marcas preferidas serian Prada y Yves Saint Laurent para no perder el glam y la pasión como perfume favorito usaría J’adore de Dior. Como regalo de cumpleaños pediría diamantes y joyas de colección y como un capricho pasear en góndola en Venecia, No quiero reencarnarme en un mujer porque me saldría caro ser una de ellas. (Todo esto podría sonar bonito, si tienes buenos ingresos económicos claro está)

Luego recuerdo que ser mujer es también vivir acosada y violentada sexualmente en las calles por albañiles y camioneros, es lo que no quiero. ,Ser escaneada, radiografiada, ojeada por mis vecinos pendejos y soportar sus piropos de mal gusto es algo que no tolero.

No me quiero reencarnar en una mujer, Ni tampoco pretendo serlo.

Escrito por: Carlos Vela- Editado y corregido por: Max Villacorta